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Los trabajadores de la Residencia ICASS de Reus serán trasladados a Tarragona, l'Espluga y Móra d'Ebre

Una setentena de los ochenta trabajadores actuales irán a la residencia de personas mayores de la Mercè en Tarragona

Fotografia de l'exterior de l'edifici de la residència.

Imagen de la Residencia ICASS de Reus.

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El Departamento de Derechos Sociales y la plantilla de la Residencia ICASS de Reus han llegado a un acuerdo para el traslado «temporal» del personal a otros centros de la demarcación mientras duren las obras de reforma en el edificio actual. De los 80 trabajadores, una setentena irán a la residencia de la Mercè de Tarragona, donde, según el departamento, se abrirán plantas para la atención de nuevos usuarios.

En este caso, también se ha acordado la contratación de un servicio de autobús entre ambas localidades. Con respecto al resto de trabajadores, tres se destinarán a la residencia Jaume I de l'Espluga de Francolí, siete a la residencia Natzaret de Móra d'Ebre, uno al centro de acogida La Mercè y otro a los servicios territoriales del departamento en Tarragona.

El departamento también se han comprometido a mantener las condiciones laborales que tienen, actualmente, estos trabajadores, una vez vuelvan al equipamiento reusense. Paralelamente a las negociaciones con la plantilla, Derechos Sociales ha informado que también ha estado en contacto con las familias de los residentes para informarles de las futuras obras en el centro y de su traslado «temporal». De hecho, el departamento ha asegurado que iniciará en los próximos días un proceso de valoración «caso por caso» para tener en cuenta las preferencias de cada uno de los usuarios y familiares.

Mantienen la lucha

Por su parte, la presidenta del comité territorial de Derechos Sociales de CCOO en Tarragona, Glòria Boqué, ha asegurado que «se han visto obligados» a negociar con el departamento, porque sino «la decisión se hubiera tomado unilateralmente». De esta manera, han obtenido el «máximo beneficio» para todos aquellos trabajadores que, según Boqué, «se ven obligados a marcharse del centro». Sin embargo, Boqué ha reivindicado que tanto trabajadores, como usuarios y familiares seguirán luchando para mantenerse en el equipamiento reusense.

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