Mujeres piloto recuerdan a las pioneras de la aviación mientras debaten sobre el presente y el futuro de la profesión
El número de estudiantes matriculadas en el primer curso del CESDA ha crecido hasta situarse en el 25% del alumnado
Mujeres piloto y estudiantes del CESDA han rememorado a las pioneras de la aviación en una jornada celebrada este sábado, coincidiendo con el 8-M. La propuesta ha reunido varios perfiles profesionales y generacionales dedicados a este sector, como la piloto Bettina Kadner, la comandando a María del Mar Alguacil y la piloto Alícia Navarro, que se han sumado a las voces de una estudiante y exestudiante de la escuela para debatir sobre el presente y el futuro de la profesión. Entre otros, han expuesto las circunstancias con que tienen que convivir las mujeres que se dedican al sector y la importancia de promover vocaciones entre las jóvenes. Actualmente, el número de estudiantes matriculadas en el primer curso del CESDA ha crecido hasta situarse en el 25% del alumnado.
Más allá de reivindicar el legado de las pioneras de la aviación, la jornada de este sábado en la escuela oficial de pilotos CESDA de Reus ha servido para poner el foco en la situación actual, así como en el futuro. Así, el encuentro ha puesto en común experiencias de mujeres que se dedican a la aviación desde diferentes ámbitos.
Es el caso de María del Mar Alguacil, comandando 330 de Iberia, quien ha detallado cómo decidió ampliar su formación y cambiar de categoría laboral, pasando de ser azafata de vuelo a comandante. Una decisión que tomó cuando tenía 22 años, en un contexto en que las mujeres que se dedicaban a la aviación eran escasas. «Creo que con el tiempo hemos ido aumentando el número de mujeres, tanto pilotos como alumnos. Hemos sido casi treinta años que no había ninguno y de repente, ha sido un 'boom' del cual estamos muy contentas», ha afirmado a la ACN.
Despertar vocaciones entre las chicas
De hecho, despertar vocaciones entre las jóvenes es uno de los deberes que se marca el sector para aumentar el número de futuros profesionales que se dediquen a la aviación. En esta línea, se busca cambiar el chip de la sociedad y empoderar a las niñas y convencerlas de que son capaces de dedicarse a este ámbito. «Cuando he ido a las escuelas de primaria y secundaria, me he encontrado con niñas que me decían que pilotar 'era mucha responsabilidad', pero después querían ser médicos o cirujanas. Creo que los hace respecto del hecho que en un avión hay muchas vidas juntas, pero todo se puede hacer», ha remarcado.
Verse capaces para pilotar un avión es el cambio de chip que hicieron tanto la Manal Sefiani Alylouch como Anastasia Simancas Seliverstova, dos alumnas de tercer curso que quieren convertirse en pilotos comerciales una vez acaben su formación. La pasión por el mundo de la aviación y el apoyo del entorno familiar las ayudó a dar el paso de inscribirse en el grado universitario, el cual prevén acabar el próximo año. Lamentan la falta de referentes femeninos, pero al mismo tiempo agradecen el trabajo hecho por las predecesoras para allanar el camino laboral.
Actualmente, el CESDA cuenta con 136 alumnos, de los cuales un 20% son chicas. Una cifra que se eleva ligeramente en la promoción del primer curso de este año, donde una de cada cuatro son chicas. Según la directora del centro, Cristina Casamitjana, se trata de la primera vez que alcanzan este número de chicas en el aula, una tendencia que han detectado que va al alza.