Entrevista
Martí Pinós: «Empresas grandes vuelven a hacer juegos con presupuestos altos con ‘pixelart’»
El animador ‘pixelart’ de The Game Kitchen llega a las Jornadas Yazoo con la conferencia ‘Donant vida a Blasphemous’ mañana a las 10 horas
¿Por qué momento pasa la animación?
«Encuentro que es un muy buen momento creativo, hay cosas impresionantes tanto de cine como en videojuegos. Es el momento más álgido de la animación».
¿Cómo entró dentro del mundo de los videojuegos?
«No fue quizás tan decidido desde un principio, porque estudié diseño y desarrollo de videojuegos, pero tampoco tenía muy claro qué quería hacer. Fue suerte que me gustara también hacer videojuegos, además de jugarlos».
¿Por qué pixelart?
«Hay dos motivos. El primero, es porque es más práctico, es una cosa que puedo hacer ocho horas al día. Hay días de todo, pero no me deja exhausto. Hay otros trabajos que haría con desgana y este, no. El segundo motivo es un poco por la nostalgia que me llamaba por el hecho de haber jugado desde pequeño a juegos de pixelart. Después, a los 18 o 19 años vi que lo podía hacer y fue como ‘adelante’, y me pasaba las tardes probando de hacer animaciones, hasta conseguir trabajo de eso».
¿El pixelart tiene éxito en Cataluña?
«Con respecto a Cataluña, no lo sé con certeza. Juegos ha habido y habrá mientras haya videojuegos. Hay un mercado lo bastante grande para que estudios más o menos pequeños puedan hacer juegos con pixelart y trabajando de eso. Ha habido un periodo donde se hacía todo con 3D y se dejó de lado el pixelart, sólo se utilizaba para hardware, pero ahora hay empresas grandes, como de Japón, que vuelven a hacer juegos con presupuestos muy altos otra vez con pixelart, cosa que se había perdido en los últimos veinte años».
¿Cómo ve la industria del videojuego en Cataluña?
«En mi caso, yo he tenido suerte desde el punto de vista de empleado, pero sí que es cierto que yo diría que hay una burbuja, sobre todo en el ámbito de estudios, que tiene que romper. Hay mucha gente formada, pero que no tiene experiencia y no puede entrar dentro del mundo laboral. Entonces, tiene que tener suerte o ir al extranjero. Es un momento agridulce. Muchas empresas que han nacido en los últimos 2 o 3 años no han llegado a ningún sitio».
¿Cómo surgió la oportunidad de entrar en The Game Kitchen?
«En el momento coincidió en que estaba a punto de acabar el último trabajo que tenía como autónomo, también de pixelart, y ver que habían abierto una oposición de animador pixelart. Seguí en las redes sociales los desarrolladores. Debieron mirar que les había seguido, entraron en mi Twitter y debieron ver lo que tenía. Entonces, me contactaron. Ya hace dos años que estoy con ellos, entré a trabajar en marzo del 2022».
¿Cómo es dar vida a los personajes de Blasphemous?
«Es trabajo, me lo paso bien y es entretenido, y el resultado es gratificante. Se tiene que separar el trabajo de la vida personal. Yo, como mínimo, lo enfoco así».
¿Algún videojuego o proyecto en que esté trabajando?
«El último videojuego que hemos sacado es All on Board, ya hace unos meses que está anunciado. Es de lo único que puedo hablar aparte de Blasphemous. La verdad es que no tengo ningún otro proyecto en mente, ni se le espera. Personalmente, trabajo, hago pixelart y cuando acabo el trabajo, hago otras cosas».