Urbanismo
Prorrogan en cuatro meses el plazo para terminar el Centro Cívico Gregal de Reus
La Junta de Gobierno Local aprueba ampliar el plazo de ejecución de las obras hasta el 27 de julio
Los trabajos continúan para dejar a punto un nuevo equipamiento social y cívico para la ciudadanía.
Las obras del Centro Cívico Gregal se alargarán más de lo previsto. La Junta de Gobierno Local ha aprobado conceder una prórroga de cuatro meses a la empresa adjudicataria para acabar los trabajos constructivos del equipamiento del barrio de Niloga. En primer término, la fecha marcada en el calendario para dejarlo todo a punto era el 27 de marzo. Con la ampliación, el plazo definitivo será el 27 de julio.
Aunque el avance de la intervención es constatable, todavía quedan tareas para completar. Fuentes municipales señalan que uno de los motivos que ha llevado a aceptar la prórroga es «la complejidad de coordinar la ejecución de las dos fases de la obra —el edificio y la urbanización del entorno— llevadas a cabo por dos constructoras diferentes».
También ha afectado en la consecución del calendario previsto «la necesidad de coordinar las obras con el periodo estival para interferir lo menos posible con la actividad de la Escuela Maria Cortina». La intervención de construcción del equipamiento ya había superado el 65% de ejecución a finales de febrero, mientras que las actuaciones de urbanización ya han llegado a su final.
Los trabajos para convertir el proyecto en una realidad dieron el pistoletazo de salida en febrero del 2023. El lote correspondiente a la reforma de la nave del antiguo almacén de vinos del Palau Boule fue adjudicado con un plazo de ejecución de 14 meses. El segundo paquete, en lo referente a la urbanización de los alrededores y con un máximo de 4 meses para llevarlo a cabo, y que también incluyó la creación de una nueva plaza en el cruce entre las calles de Castellvell y de Antoni Gaudí, arrancó en julio, aprovechando el parón por vacaciones estivales de la Escuela Maria Cortina.
Los vecinos del barrio de Niloga esperan como agua de mayo la inauguración del espacio, que esperan que se produzca a finales de año, y creen que se convertirá en un «polo de atracción», en palabras del presidente de la asociación de vecinos Reus Nord, Josep Ramon Ferré. Los trabajos tienen que permitir construir un nuevo espacio de referencia para la zona y para la ciudad, que permita potenciar los vínculos entre la ciudadanía, ubicar servicios municipales y de las entidades y ampliar la oferta de cursos y talleres tradicional de los equipamientos cívicos.
El edificio contará con dos plantas. En la del acceso principal, habrá la recepción, salas de reuniones, despachos, el bar —con salida al exterior—, espacios públicos, una habitación polivalente —que podrá funcionar de manera independiente y utilizar por las entidades y colectivos del barrio— y los servicios. Las escaleras y el ascensor conectarán con el primer piso, donde se encontrarán aulas de formación, de informática y de cocina, gimnasio con vestuarios, talleres, espacios de administración y de entidades, espacios de encuentro sin uso específico, pero que permitirán estar con butacas y sillas, y servicios.