Cultura
Clara Segura y Rosa Mateu cierran en Reus el último Prosceni Reddis Bartrina
El Teatro Bartrina hizo el último Prosceni Reddis Bartrina del ciclo ‘Trajectòries’ el pasado 2 de abril
Clara Segura, una figura icónica en el mundo del arte escénico catalán, abre a la ciudadanía las puertas de su vida con un «café compartido» con Rosa Mateu, actriz y directora de teatro, en el Teatro Bartrina. La actriz es conocida por obras teatrales como Filumena Marturano, las series de televisión Vinagre y Nit i dia y la película con la que ha ganado su tercer Gaudí a la mejor actriz secundaria, Creatura.
Desde sus raíces hasta los éxitos en el teatro, el cine y la televisión, Clara Segura invita a un viaje íntimo a través de sus investigaciones personales y profesionales. «Soy como un poco más reservada con la parte personal, pero con una amiga como Rosa, no», comenta la actriz.
Su conexión con Reus no sólo es geográfica, sino también emocional, principalmente gracias a su relación con Rosa Mateu y «las cosas que me había explicado cuando tenía dieciocho años», añade Segura. La vida la llevó a ir a casi todos los montajes de Mateu a Reus, en el Bartrina o en el Fortuny: «Recuerdo estar aquí unos días, que eso siempre te hace más amigo de un sitio».
La relación entre Clara y Rosa se formó en el Instituto del Teatro de Barcelona. Se encontraron en el año 92, el primer año del plan nuevo de los estudios que estaban cursando. «Éramos el conejito de indias del instituto y dábamos clases de 9 de la mañana a 9 de la noche», recuerda Segura y, entre carcajadas que se generaban dentro del Teatro Bartrina, iban explicando algunas anécdotas de aquella época.
En un taller que compartían con los alumnos de escenografía, pidieron que hubiera unos andamios de color azul. «Lo que no sabíamos es que cuando decían muy azul se referían a todo azul, incluso los rotuladores», explica la actriz. «Era el típico que se pintaba todo el día antes, entonces, el día del estreno, veías cómo las tres compañeras iban cada vez un poco más azulitas», explica Mateu.
«Os queremos confesar que Clara y yo, cuando nos llamamos por teléfono o nos enviamos un mensaje, nos llamamos por nuestro sobrenombre». Así empezó la segunda anécdota que dejó expectante a la gente que había de público en el Bartrina. Rosa le dice pesto a Clara porque «siempre me ha parecido que era un nombre de mujer italiana y Clara siempre me ha dado esta imagen», aseguró la directora de teatro. «El otro día encontraba un significado para definir lo que quería decir pesto y, para mí, es esta belleza de una persona luchadora, libre y auténtica», definía así mateixúter, sobrenombre que le ponía Clara a Rosa.
En el instituto, Segura encontró un espacio en el que podía expresarse plenamente y colaborar con otros estudiantes apasionados por las artes. Participó activamente en producciones teatrales, espectáculos de danza y otros proyectos artísticos. Uno de sus grandes éxitos iniciales y «una experiencia muy potente», fue El Somni de Mozart, en el año 1998, con unos jóvenes Àngel Llàcer y Manu Guix.
Clara Segura también destaca por su compromiso con la formación teatral, compartiendo su conocimiento y su pasión con las generaciones futuras, que «viene de unas ganas de no dejar perder a nadie por el camino y tener ganas de compartir a la gente que está estudiando». En el 2016, vino a Reus a hacer unos talleres de teatro, cine y televisión.
Más allá de las luces y el aplauso, los reusenses pudieron ver la etapa más madura de la actriz, la figura de madre. «Soy una madre un poco estresada, lo que me marca más de la gestión familiar son los horarios, tengo la sensación de que la gente se está marchando cuando yo llego a casa», se sinceraba Segura. Se hizo un recorrido por su carrera artística y, la actriz, ofreció una mirada profunda y sincera sobre su vida, más allá de los escenarios y las cámaras.