El Departamento de Acció Climàtica intentará acelerar la regeneradora de agua en Reus

El Departament d'Acció Climàtica, Agricultura i Agenda Rural buscará la manera de acortar los plazos para la construcción de la estación regeneradora de agua en la depuradora de Reus que tendría que suministrar agua a los agricultores afectados por la sequía en los pantanos de Riudecanyes y Siurana.

Fuentes del departamento han asegurado al Diari Més que «se buscarán las fórmulas alternativas necesarias que nos permitan acortar este plazo y, por lo tanto, ahora sí que podremos ser mucho más optimistas en el plazo en que podremos disponer de esta infraestructura», aunque por ahora no se atreven a poner fecha.

Hace pocas semanas se conocía que la Agència Catalana de l'Aigua había formalizado el contrato con la empresa Aquatec para la redacción del proyecto constructivo. Esta obra se licitó en concurso abierto y no por emergencia dado que «no es una obra para abastecimiento de agua, sino de riego».

Por lo tanto, si todo salía como se podía prever y sin obstáculos, se prevé que la infraestructura esté en funcionamiento el año 2026. Una fecha que se podría ver alterada positivamente si el departamento consigue encontrar esta fórmula alternativa.

La directora de los servicios territoriales del Departament d'Acció Climàtica en Tarragona, Glòria Tibau, asegura que tanto el anuncio de que el proyecto sale adelante como esta posible aceleración son «muy positivos viniendo de un contexto de sequía muy extrema».

«Los pantanos están muy mal, así que nos obliga a buscar soluciones alternativas como es el agua regenerada», afirma la directora, que también recuerda que «la fecha es clave y cuanto antes esté terminado mejor, pero somos la administración, administramos dinero público y, por lo tanto, se tiene que hacer con garantías». Actualmente, según datos de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), el pantano de Riudecanyes está en el 2,8% y el Siurana al 2,74%.

Optimismo contenido

Por otro lado, lamenta la situación que están viviendo los campesinos de los municipios del Baix Camp a raíz de la falta de agua: «Sabemos que ha habido reducción de las producciones y de los ingresos de los campesinos», aunque, recuerda que «el embalse de Riudecanyes es gestionado por la Comunidad de Regantes del pantano de Riudecanyes, no por la administración. Por lo tanto, no somos responsables que el pantano se haya quedado sin agua para uso agrícola».

«No obstante, como departamento hemos estado y estaremos siempre al lado de los campesinos. Por este motivo sacamos unas líneas de ayudas al campesinado para paliar esta falta de ingresos para el año 2023, y cuando tengamos los datos del 2024 también volveremos a sacar una nueva línea de ayudas si hace falta. Tenemos que evitar como sea que los agricultores abandonen el campo», sentencia Tibau.

Por ahora, ya se han cobrado 679.000 euros en subvenciones destinadas al campesinado del Baix Camp por la sequía del año 2023. Concretamente, 569.000 han ido destinados para fruta seca, mientras que 109.000 a ganadería extensiva. Todavía están pendientes de pago las ayudas para el olivo y la viña que estará antes del 30 de junio. Por lo tanto, la directora asegura que quiere mantener un mínimo optimismo de cara al futuro.

Los campesinos, poco optimistas

Aunque la directora de los servicios territoriales asegura que quiere mantener un mínimo optimismo, los campesinos no lo comparten. El responsable del agua de Unió de Pagesos al Baix Camp, Josep Z. Ferré, afirma que «ahora se empieza a ver el alcance de la tragedia».

«El avellano cuando sale del reposo invernal se ve como hay mucha rama seca, muchos árboles muertos y es la situación que nos esperábamos. El cultivo del avellano está muy damnificado, especialmente en los términos que dependen más del pantano como pueden ser Riudoms, Botarell entre otros», explica Ferré, a la vez que asegura que «ya no tenemos plan B, o llueve o no tenemos nada».

«Pasar por cualquier camino de Riudoms es dramático. Algunos campesinos han tenido tan sólo el 10% de la cosecha. No tenemos ingresos, nosotros no podemos aguantar si no nos ayudan. Por ejemplo, yo tengo una empresa agrícola y tengo trabajadores. ¿Los tengo que despedir?», reflexiona preocupado. Además, también señala que «sin agua no hace falta que arranquemos ni hagamos nada, porque no podemos recuperar todos los avellanos que hemos perdido. Para recuperar todo el capital productivo perdido necesitaremos 5 o 7 años, pero también agua».

«Lo que no puede ser es que los ayuntamientos después hagan lo que quieran, lo que se tiene que hacer ahora es salvar a la gente que sobrevivió como podía el año 2023», reivindica Josep Z. Ferré. Y es que el agua del pantano de Riudecanyes no es utilizada únicamente por uso agrícola, sino también para consumo humano y medioambiental. «Los campesinos nos dicen que con un hectómetro y medio o dos ya podrían regar», explica Glòria Tibau.

«Sin embargo, aunque los pantanos de Riudecanyes y Siurana tuvieran esta agua, estos también tienen que suministrar agua para el consumo de municipios, como Riudecanyes o Duesaigües, y garantizar el caudal ecológico del río Siurana. Por lo tanto, no se podría garantizar que toda esta agua fuera para los campesinos, y por eso hace falta que los pantanos estén tan llenos como sea posible y obtener alternativas como el agua regenerada para tener agua para todos», afirma la directora.

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