Solidaridad
Martra Visions recauda 140 kilogramos de gafas para enviarlas a Gambia
Joan Martra, el propietario de la tienda, asegura que «Reus es una ciudad muy solidaria»
Reus es una ciudad muy solidaria. Esta frase la repite nuestro protagonista más de una vez en un cuarto de hora, y resume el cómo ha conseguido en este año poder recoger hasta 140 kilogramos de gafas para llevarlas a África. «Allí no hay nada de eso, no tienen gafas ni hay nadie que se preocupe de sus problemas de visión», explica Joan Martra, propietario de la tienda Martra Visions, situada en la calle Sant Llorenç de Reus. Se metió en el oficio tarde.
Aunque el hito este año es importante, se trata de un proyecto que, para descubrir sus orígenes, nos tenemos que remontar casi dos décadas atrás. «En el año 2005 una amiga, que es médico, estaba haciendo un estudio en Guinea Ecuatorial y me vino a pedir gafas porque allí no tenían», empieza explicando Martra, añadiendo que aunque le podía ofrecer estas gafas «si no sabemos las necesidades de la población es complicado».
«Entonces, decidí ir allí y hacer revisiones para conocer lo que necesitaba y con eso conseguí que varias empresas me regalaran material», relata el oculista, que afirma que se pasó durante seis meses haciendo el montaje de 400 gafas, que fueron enviadas posteriormente a Guinea Ecuatorial.
«Después de eso vino la crisis y no se continuó. Y no fue hasta el año 2015 que el Bar Campus de Reus, que tenían amistades en Gambia y conocían mi historia, me pidieron que si les podía dar gafas para llevarlas», comenta, un hecho que hizo resurgir el espíritu solidario de Martra.
«Empecé a ir a Gambia, pero de una manera diferente. Primero recogemos gafas, reciclando de todo Reus y otras ciudades de la zona como Tarragona. Las clasificamos por graduaciones, las etiquetamos, nos las llevamos hacia allí y nos ponemos a graduar la vista de la población», relata, y es que tienen llegar estas gafas hasta los rincones más alejados del país, gracias también al apoyo de la ONG M'Bolo: «para llegar a los poblados tenemos que alquilar un coche y nos estamos hasta seis horas de trayecto para poder llegar. Si esta gente tuviera que ir caminando para recogerlas sería muy difícil».
Una iniciativa ya tradicional
Desde entonces se convirtió en una tradición: «Vamos de viaje un buen grupo unos 15 días, y de estos quizás 12 o 13 nos los pasamos haciendo revisiones a entre 80 y 100 personas diarias que se llevan unas gafas graduadas o unas de sol».
«Y tenemos que pensar que allí las problemáticas de vista que tienen son muy diferentes. Encontramos muchos casos de vista cansada y presbicia, porque mucha gente aquí llevamos gafas desde jóvenes y allí no», detalla, y asegura que «para poderlo tenemos que ir con mucho material. Este año hemos conseguido 140 kilogramos que es mucho porque Reus es una ciudad muy solidaria, porque para comprar todo este material sería mucho dinero».
No obstante, se trata de un trabajo que también comporta un sacrificio, y es que durante este viaje su tienda, enfocada en venta de gafas de calidad, queda cerrada, pero eso no afecta especialmente a Joan Martra. «Cuando estoy allí no facturo nada, pero vale la pena. Como si tuviera que cerrar un mes», asegura con una sonrisa. «Además, es un viaje que me gusta mucho. África engancha, pero sobre todo Gambia porque la gente tiene muy buen corazón y es un paraíso», afirma.