Virtuosismo y reflexión dan el pistoletazo de salida a un Trapezi en el que el circo «hará historia»

«Qué pasada», decía un niño, desde la primera fila, contemplando las habilidades de Martí Soler para hacer girar los tres hula-hoops metálicos que giraban en translación en torno a su cuerpo: ahora el punto de atracción eran las caderas, ahora lo eran los brazos, ahora lo era el cuello. Como una estrella, Soler se apagó, la energía desfalleció y las circunferencias cayeron elípticamente al suelo; el estrépito captó la atención de todo el mundo presente en la plaza del Castell.

«¿A alguien le gustaría ver más de este espectáculo?», preguntó el artista, ya rehecho. El clamor fue unánime: sí. El público estaba de suerte: sólo acababa de presenciar una cata de Finestres, la propuesta de Martí Soler en un Trapezi, la Feria Internacional de Circo de Cataluña, que dio ayer el pistoletazo de salida y que convertirá Reus en la capital del circo hasta el sábado —las elecciones han impedido alargarlo un día adicional—, con una cuarentena de compañías y una setentena de pases.

«El circo creemos que hará historia», expresaba Cristina Cazorla, codirectora artística del festival. «El circo contemporáneo está yendo hacia la hibridación de los lenguajes», añadía. «El espectador ya no sólo se queda con el virtuosismo, con sufrir si le caerán las mazas al artista, sino que el circo nos explica y nos acerca temáticas de compromiso social como la salud mental, el suicidio o la maternidad», remataba.

Es el ejemplo del estreno de la feria, con la actuación de Martí Soler. Su espectáculo abre una ventana a la intimidad, y permite a la intimidad acercarse a la gente, compartir los sentimientos a través de una herida. «Habla de una enfermedad mental», avanzaba Alba Sarraute, codirectora del Trapezi. Si se piensa que atrás quedarán las extravagancias y las carcajadas en detrimento de una feria oscura y tenebrosa, Cazorla les quiere calmar: «Los artistas mostrarán su capacidad, a través de su arte, de poner color, luz y un toque de humor a estas temáticas».

El espectáculo que sucedió al acto inaugural fue la grUtesca, un collage poético que reflexiona sobre el rol y el futuro de la risa. Papel de fumar que la papiroflexia convirtió en muñeco, un tocadiscos que dejaba «de piedra» y globos de helio daban la bienvenida a un grupo reducido y limitado de espectadores a la pequeña carpa escondida en la Palma; una propuesta tan íntima en la que ni siquiera estaban permitidas las fotografías.

Tres días más

El Trapezi se desarrollará a lo largo de tres días más en una quincena de lugares, con el objetivo de intentar acercar el circo a todos los rincones de la ciudad. El parque de Mas Iglesias, la Palma, la plaza de Anton Borrell, el Parc de la Festa o la plaza de la Cultura de la Pau serán escenarios en los que sucederá la acción, así como enclaves céntricos e ineludibles como la plaza del Mercadal o los teatros Fortuny y Bartrina.

Hoy y mañana, las actuaciones empezarán a la hora de la merienda, a partir de las 17 h. en punto. El sábado, se extenderá ya a partir de las 10 h. de la mañana. Tal como se destacó en la presentación de la programación, la mitad de las compañías participantes son catalanas; un cuarto, internacionales; y hay representadas hasta nueve comunidades autónomas.

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