El Ayuntamiento de Reus quiere que todas las herramientas para implantar la ZBE estén «a punto» el 31 de diciembre del 2024

El Ayuntamiento de Reus trabaja para que el 31 de diciembre del 2024 esté «todo a punto» para poner en marcha la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que será una realidad a partir del 2025.

La concejala de Seguridad Ciudadana y Convivencia, Dolors Vázquez, detalló ayer que, a pesar de la propuesta de que la obligatoriedad de implantar las restricciones a la circulación de vehículos contaminantes pueda prorrogarse hasta el 2027, y aunque la Generalitat no haya aprobado el decreto que tiene que fijar el Plan de Calidad del Aire, horitzó 2027, el consistorio ha determinado que la mejor opción es caminar para «hacerlo ya».

«Queremos que sea ya, es una autoimposición; como se tiene que hacer, hagámoslo ya y ya estará hecho», expresó la edil.

El ejecutivo reusense puso en marcha en marzo el proceso para redactar la ordenanza municipal que definirá normativamente los criterios de acceso y circulación de vehículos a la ZBE. Una consulta pública, para que la ciudadanía compartiera su opinión sobre los aspectos que se tendrían que tener en cuenta a la hora de elaborar el documento, fue el primer paso completado.

Por ejemplo, se propuso que se contemplen excepciones para usuarios con movilidad reducida o residentes en la zona restringida, así como medidas complementarias para facilitar los desplazamientos de los conductores de aquellos vehículos que no puedan entrar al núcleo urbano, por ejemplo, mediante la ampliación de estaciones de la Ganxeta o la gratuidad del transporte público. Vázquez comentó que pronto se dará respuesta a las alegaciones presentadas.

Paralelamente, tuvo lugar la primera reunión de la comisión política, constituida por todos los grupos municipales y el apoyo técnico. La concejala comentó que se están teniendo en cuenta las recomendaciones de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) y que se establecerán conversas con los municipios de Tarragona y Cambrils para «intentar que los horarios sean los más parecidos posibles para poner facilidades a la ciudadanía».

Además, tendrán lugar sesiones sectoriales de información, reflexión y debate para escuchar a los representantes de las actividades «que pueden ser más afectadas». Es el caso de la Cámara de Comercio, las pymes, la Unió de Botiguers y el Tomb de Reus; los taxistas y transportistas, «elementos importantes en la circulación»; las asociaciones de familias de alumnos, un colectivo «relevante por el volumen de movilidad que se genera en el día a día en las entradas y salidas de las escuelas»; la Federación de Asociaciones de Vecinos y las autoescuelas, «los que más se mueven por Reus».

Adicionalmente, se llevarán a cabo acciones de sensibilización e información. En este sentido, Vázquez señaló que no se empezará a sancionar desde el primer momento en que entre en vigor la ZBE, sino que se aplicará un periodo para dar a conocer la medida a los conductores.

Con el proceso sobre la mesa, el Ayuntamiento tiene la intención de que la ordenanza municipal sea aprobada inicialmente al pleno de septiembre u octubre, si bien matizó que eso es la «voluntad del gobierno» y que puede haber «variaciones en plazos» determinadas por «factores externos».

Después de un periodo de exposición pública en que se pueden formular alegaciones, la idea es darle el visto bueno definitivo en diciembre en sesión plenaria. Vázquez comentó que la ordenanza se aplicará de forma «permanente con unos criterios que sean razonables», no sólo en picos de contaminación.

En el pasado, también se puso sobre la mesa la opción de dividir la ZBE en coronas según las restricciones. La edil apuntó que, por ahora, «no» se está trabajando la propuesta, pero matizó que todavía no se ha empezado a tratar «el hueso» del documento.

Te puede interesar: