Música
‘El secret d'Egipte’ cantado por 900 voces al unísono en Reus
El 'Fem Coral’ es un acontecimiento que lleva 26 ediciones llevándose a cabo, con la interrupción de los dos años de pandemia
Casi 900 niños cantaron junto con la Orquesta de Grado Profesional de la Escuela de Música del Centro de Lectura.
La expectativa era máxima desde antes de que empezara el espectáculo. Riadas de familiares empezaban a entrar en el Pabellón Olímpico Municipal de Reus con la voluntad de apropiarse del mejor sitio desde donde ver a los pequeños de la casa. Rápidamente, las gradas del pabellón se llenaron hasta los topes, mientras los niños esperaban desde el centro del pabellón, todos vestidos de azul y con los nervios a flor de piel.
Los alumnos de cuarto, quinto y sexto de 21 centros educativos de Reus llevaban meses de preparación para aquel momento, y ninguno de ellos estaba dispuesto a fallar. Mientras tanto, para pasar el rato hasta que no empezaba el espectáculo y entre un sonido atronador de centenares de conversaciones simultáneas, los padres trataban de averiguar desde la distancia dónde estaba a su hijo, sacudiendo las manos para llamar su atención.
La concejala de Educación del Ayuntamiento de Reus, Pilar López, destacaba los nervios previos a la actuación mientras aprovechaba para celebrar que «son ya 26 ediciones que hacemos este acontecimiento». Y es que los políticos de la ciudad tampoco se lo querían perder. Encabezados por la alcaldesa, Sandra Guaita, concejales de gobierno de los tres partidos que lo conforman decidieron dejar de lado por un rato las recientes críticas para centrarse en el espectáculo. Y es que no hay nada que una más que la música.
Finalmente, la espera acabó y llegó la hora de la verdad. Con las voces de Anna Campmany y Mone Teruel, acompañadas por la Orquesta de Grado Profesional de la Escuela de Música del Centro de Lectura, bajo la dirección de Raül Contreras, los niños ofrecieron la cantata de El Secret d'Egipte. Este relata la historia de Gertrude Bell, una londinense valiente y viajera que se dispone a llegar hasta Egipto, y su camino se cruza con, ni más ni menos, que la escritora Agatha Christie.
Una cantata dividida en nueve partes, cada una única, con su ritmo y en la que los alumnos no tan sólo tuvieron que cantar, sino también incorporaban una coreografía y sonidos hechos con las manos u objetos. Cada vez que una de las partes finalizaba, los familiares arrancaban con fuertes aplausos, pero ninguno de ellos fue más fuerte y largo que el final. Un éxito merecido por el esfuerzo de unos menores que fueron capaces de atrapar la atención de todo un pabellón.
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