Entrevista
Patrícia Tarradellas: «Hemos cumplido los objetivos, pero ahora los queremos seguir trabajando y consolidando»
La presidenta del Círcol de Reus opta a la reelección para consolidar los cambios llevados a cabo en su primera legislatura, como rejuvenecer y fortalecer la masa social de la entidad o seguir trabajando en el edificio
¿Qué balance hace de la legislatura?
«Ha sido un periodo lleno de aprendizajes. Cuando tú formas parte de una entidad no te puedes llegar a imaginar la de cosas que se gestionan desde una junta. Recursos humanos y mantenimiento de la casa o temas propiamente de la entidad. Ha sido un periodo lleno de aprendizajes en el ámbito personal y muy enriquecedor. Me he dado cuenta de que el Círcol es una entidad que la gente de Reus quiere mucho y, por lo tanto, esta estima también recae hacia los socios del Círcol y es muy gratificante».
¿Ha sido especial ser la primera mujer que encabeza el Círcol?
«No tanto. Lo que sí que fue especial es que yo fui la primera mujer que formó parte de la junta en el año 2016. La gente me paraba por la calle, me felicitaba y las señoras me decían «haznos quedar bien». Eso es muy importante, porque a ninguno de mis compañeros nadie le dijo algo parecido. Este «haznos quedar bien» tiene una carga emocional, un orgullo de la socia que piensa que ahora que hay una en el frente, que no falle. Además, tenía un cargo que comportaba mucha visibilidad pública. Después, en el año 2020, cuando di el paso para asumir la presidencia, también fue importante, pero menos. El techo de cristal se había roto cuando formé parte de la junta».
¿Cuáles han sido los retos más relevantes de los últimos cuatro años?
«Cuando cogimos la entidad llevábamos doce años de bajada de socios. En cada colada se perdía una sábana. Nuestro reto de entrada fue frenar esta caída, revertirla y rejuvenecer la entidad. Estas tres cosas las hemos conseguido, ya que, cuando empezamos éramos 268 socios y ahora somos 315. Y la edad media se ha reducido en 13 años, por lo que, creo que en tres años y medio son datos muy considerables. Hemos cumplido los objetivos, pero ahora los queremos seguir trabajando y consolidando».
¿Cuál es el manual para atraer nueva sangre y rejuvenecer una entidad?
«Si lo supiera lo escribiría y me lo pagarían. Yo creo que primero tienes que creer en lo que haces. Tienes que conocer muy bien tu entidad, qué tiene de diferente respecto a las otras e intentar explotar y enseñar al máximo este producto. Por ejemplo, nos ha servido la base de datos que hemos creado llamada ‘Amigos del Círcol’, donde quien quiera nos da sus datos y así hacemos un grupo de difusión por WhatsApp. Este grupo tiene casi 200 personas, y sin haber hecho publicidad».
¿Cuáles serían los momentos destacados?
«Hay muchos, porque han sido cuatro años muy intensos. Primero, que nos dieran la Creu de Sant Jordi, no es cualquier cosa. También, que nos den la Medalla de Ciudad después de tantos años, que yo creo que el Círcol la merecía. Estos dos galardones fueron momentos de proyección hacia fuera muy bonitos. Pero, también, cuándo arreglamos el vestíbulo y la escalera del teatro. El Teatro Fortuny es escaparate de ciudad, viene gente de todas partes. Hasta ahora, para llegar al teatro se tenía que pasar por una especie de vestíbulo oscuro, negro, sucio y decadente. Entonces, poder hacer que el escaparate de ciudad luzca mucho más, porque está lleno de luz, para nosotros eso ha sido un orgullo. Y también, poder celebrar los 170 años de la entidad. El ciclo de conferencias, la inmersión hacia nuestra propia historia, nos reencontramos con socios que hacía años que no venían. Fue maravilloso».
¿Dirigir una entidad con un legado de 172 años qué sensación transmite?
«Mucha responsabilidad. Somos la entidad decana y más antigua de la ciudad. Y también, mucho respeto hacia todo el trabajo que ha hecho la gente que nos ha precedido, porque si no hubieran hecho un buen trabajo, nosotros hoy no estaríamos aquí. Por eso, siempre digo que las juntas o las presidencias de una asociación son como piezas de una cadena, si una pieza se rompe, la cadena ya no existe. Por lo tanto, llegar a los 170 años significa que ha habido mucha gente que ha invertido muchos esfuerzos, e incluso dinero, para poder tirar hacia adelante».
Hablamos de la siguiente pieza de la cadena. ¿Qué le motiva a presentarse a la reelección?
«Pienso que hemos producido un gran cambio y nos hemos abierto mucho de cara a la ciudad. El Círcol llevaba una temporada demasiado cerrado en sí mismo y nosotros nos hemos abierto y hemos consolidado la casa, rejuveneciendo y fortaleciendo la masa social. Eso lo hemos hecho con cuatro años, y con cuatro años puedes hacer cosas, pero no consolidarlas. Para que una cosa se consolide necesita arraigar más y, por este motivo, queremos en esta segunda legislatura continuar la misma línea llevada a cabo hasta ahora para consolidar estos cambios. Tanto con respecto a la masa social como para seguir agrandando y haciendo lucir la casa».
Entonces, ¿cuál sería la siguiente obra que llevaríais a cabo en la casa?
«Todavía no lo diré, lo estamos dibujando. Pero hay ideas».