Diari Més
David Madí

Empresario y consultor

Entrevista

David Madí: «Haciendo lo mismo que hasta ahora, con este cainismo y división, tendremos los mismos resultados estúpidos»

El autor de ‘Merecer la victoria’ (Columna Ed.) presentará su libro este lunes a las ocho de la noche en el Círcol de Reus

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Imagen de David Madí i Cendrós, empresario y consultorIvan Giménez

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El subtítulo del libro es El Proceso para adultos. ¿Consideras que hasta ahora no se había explicado así?

Ha habido muchos libros que han abordado temas importantes, parciales, de todo. Yo no escribo un libro para explicar la mecánica del Proceso, sino el relato político de una generación que lo llevó adelante, con sus luces y sombras.

También lo hago con la vocación de ayudar al catalanismo a salir de la ingenuidad y el infantilismo donde tantas veces se ha situado. Explico cosas del funcionamiento de la política catalana, y también de la española, que requieren una versión para adultos.

Sólo empezar ya avisas que has escrito una novela de no ficción. ¿Cómo lo tenemos que entender, eso?

La novela de no ficción es un recurso copiado de Javier Cercas, autor de Anatomía de un instante. Pienso que es un recurso interesante. Sobre todo porque, y eso también es una anomalía de este país, a una semana que se haya aprobado la amnistía todavía no se pueden explicar según qué cosas con absoluta libertad. El formato de esta novela plantea unas salvaguardias desde el punto de vista jurídico. Pero, vaya, se entenderá perfectamente.

Utilizas a la primera persona. Hablas del Proceso, pero en realidad es un relato personal.

Evidentemente lo es, pero también hay muchas informaciones que hasta ahora no se habían explicado, que me han confiado varias personas, y que ayudan a completar el relato.

El libro lo escribiste el año pasado, pero lo publicas ahora, justo después de aprobada la amnistía. ¿Habías calculado hacerlo así por algún motivo?

Cuando empieza este proyecto, con la editorial quedamos entendidos que, dadas las características de este libro y la delicadeza de algunos temas, se tiene que escoger muy bien la fecha de publicación.

Lo cerramos en septiembre y este es el momento oportuno para publicarlo, porque ya han pasado las elecciones catalanas y estamos justo en el momento de la aprobación de la amnistía... Es el primer libro publicado en esta nueva etapa.

¿Y desde septiembre hasta ahora, no sentiste la necesidad de incorporar nada?

El relato de la novela se acaba a las elecciones de diciembre del 2017 y después hay una serie de reflexiones más actuales. Cuando tomo aquella decisión, intuyo que el soberanismo y el catalanismo acabará en el escenario donde estamos ahora. Precisamente, pienso que ayudará muchísimo a hacer entender el actual escenario.

Una de las ideas del libro es rebatir la idea de que el proceso fue un trayecto iniciado desde la base popular, y que este arrastró la política hasta el 1O.

Yo sé perfectamente, mejor que nadie, el peso de las movilizaciones populares, pero he querido explicar algunas cosas para que se entienda que este movimiento venía de mucho más lejos, de la vocación generacional de un grupo de gente, y que eso forma parte de una estrategia de país muy profunda, no de unas movilizaciones que de sopetón parecen espontáneas. Quiero hacer un retrato de la política gruesa, de la política en mayúsculas que el catalanismo también es capaz de hacer cuando quiere.

Dices: Hay muchas cosas de Proceso que se pueden criticar, pero hay que saber quién puede hacer una crítica legitima y quién no. ¿A quién te refieres?

La podemos hacer la gente que se la jugó, que sufrió las consecuencias. Y después hay muchos opinadores que antes de pronunciarse, a menudo de manera gruesa y fácil, sería mejor que escotaran y supieran cómo fue todo. Y eso que muchas cosas todavía no se han podido explicar del todo, por circunstancias judiciales.

Señalas como a punto culminante de al fin y al cabo, y también como referente a que no tenemos que olvidar, la conferencia que pronuncia Artur Mas en el 2014.

Ciertamente, creo que es el texto del catalanismo más importante de parte del siglo XX y del siglo XXI, porque plantea cómo se construye la unidad. Mas hace una diagnosis y dice que, si la importancia del objetivo supera las dinámicas partidistas, la unidad se tiene que construir y los partidos tienen que saber que, temporalmente sus agendas de partido tienen que quedar aparte. Eso era la revolución y tuvo pocas oportunidades. Ahora, las pocas que tuvo, marcaron claramente la diferencia.

Los intereses de partido y los personalismos todavía son al orden del día.

Es evidente. En cinco años hemos pasado de un punto álgido, en el que teníamos una mayoría social importantísima, a la que por primera vez desde 1980, el catalanismo no sume mayoría absoluta. Este dato es tremendo e invita a la reflexión todo entendiendo que, haciendo lo mismo que hasta ahora, con este cainismo y división, tendremos los mismos resultados estúpidos.

También insistes mucho en el hecho de que la política no la hacen sólo los políticos, sino que hay otros agentes con muy de peso, como medios de comunicación o empresas. ¿Cómo entiendes este sistema de contrapesos?

Esta es una cuestión que me interesa mucho, por la calidad democrática. Política hace todo el mundo, y más en una situación de crisis nacional. Hacen, evidentemente, los políticos, pero sobre todo también las empresas, los medios de comunicación, las personas, los intelectuales... Y eso es positivo.

Hay que entender –y con eso yo soy muy anglosajón–, que la política civil es muy importante. Yo intento explicar esta visión más amplia, sofisticada y compleja de la política, que no pasa por el Parlament de Catalunya.

Hace unos años abandonaste la vida política para trabajar en la empresa privada. ¿Cambia la visión de las cosas, cuándo cambia la perspectiva desde donde las observas?

Evidentemente. Yo he estado en los dos mundos y los conozco bien. Es evidente que las dinámicas internas del mundo político hacen que te plantees las cosas de manera muy diferente de cómo se ven desde fuera. También pienso que esta bien que se complementen, se interrelacionen y salgan cosas fértiles.

¿Qué grandes lecciones has aprendido, de tu paso por la política?

Es una de las cosas que me han enriquecido más en la vida. Me ha hecho recibir muchos porrazos, muchísimas y, de hecho, si me lo mirara desde el punto de vista de coste-beneficio, no me habría valido la pena. Pero desde el punto de vista personal ha sido la época más apasionante de mi vida, que además me hizo crecer y entender la naturaleza humana.

¿No la echas de menos?

No, porque como explico al libro, tengo esta actitud que siempre he practicado, que es decir Mira, estoy a fuera y no soy titular de nada, pero cuando veo una idea que me gusta y puedo ayudar, ayudo. Y si no, no hago nada. Es una actitud lo bastante legítima y que me permite sentirme bien conmigo mismo.

Al final del libro haces un pequeño apunte sobre el momento actual y planteas tres caminos.

Exacto. ¿Ante la pregunta de Llegados aquí, ahora qué?, planteo un trilema con las tres vías posibles, que son: No haremos nada, Lo volveremos a hacer y Lo haremos diferente. Expongo las tres vías porque pienso que en este momento el soberanismo y el catalanismo tienen que abrir este debate para definir la estrategia y repensar muchas cosas, porque es evidente que lo que se ha hecho hasta ahora ha llegado a su agotamiento.

Para acabar, una afirmación: A la política suele haber más sexo que amor. Explícamelo.

Muchas veces, las alianzas políticas son fruto más de una relación sexual utilitaria que de una relación de amor basada en los principios y las convicciones. Y no pasa nada, porque el mundo funciona así.

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