Entrevista
Anna Terradellas: «No te miran con la misma cara si quien ha muerto se ha suicidado»
La autora del libro ‘Adiósfera’ lo presentará mañana sábado 15 de junio en el Espai Boule a las 10.30 horas
¿En qué momento una experiencia como el suicidio de tu padre decides plasmarlo en un libro?
«El libro Adiósfera nació cuando empecé a recopilar todas las notas que tenía desde el 15 de junio del 2014, cuando mi padre nos dijo adiós. Entonces, empiezo a darle forma al libro a partir de mi TFG y me impulsa a cerrar la etapa y verla de una manera más artística. Y también lo que busco es que sea un diario compartido, ya que el lector también puede interactuar y hace preguntas que le invitan a reflexionar».
¿Es complicado escribir de un tema como este?
«Complicado lo es, pero yo siempre digo que el luto es una cosa que cada uno lleva a su manera. Lo que sí que digo es que hay dos etapas, las del luto y de la aceptación, que es una que cada uno hace si quiere, si puede o si le dan la oportunidad. Además, es un tema con el que no me abrí a nadie, pero el hecho de escribirlo fue la manera de liberarme de todo».
¿Por qué nos cuesta tanto la fase de aceptación?
«Porque no queremos aceptar que la persona ya no está. Aceptar no es resignación, pero nada te hace perder más la energía que luchar contra una situación que no puedes cambiar. Entonces, es aceptar que la persona ya no está y que tienes que vivir sin ella, y lo que te queda son los recuerdos».
¿Cómo se hace para que los recuerdos sean una cosa bonita y no dolorosa?
«Cuándo muere alguien, lo tienes que recordar por cómo ha vivido, no en el día de su muerte. Te tienes que centrar en los recuerdos positivos que te aporta».
¿Las circunstancias de un suicidio hacen que el proceso de duelo sea diferente?
«No quiero que se malinterprete, pero cuando alguien se muere de una enfermedad o un accidente, la persona a la que le explicas no te mira con la misma cara que si le dices que ha muerto a causa de un suicidio. La gente lo intenta camuflar para que no parezca tan fuerte, pero es la sociedad la que impone que no lo podamos explicar. No le damos importancia a la salud mental y se trata como un tema tabú. Al principio yo me sentí un poco excluida por este hecho que no estaba normalizado, pero no me he sentido peor o diferente de otros en un proceso de duelo. La salud mental es parte de la persona y es nuestra responsabilidad cuidarnos de nosotros mismos y de la gente que nos rodea».
¿Es un libro destinado a una persona que haya pasado por este proceso o para todo el mundo?
«El libro sí que está más enfocado a personas que tienen el luto presente en su vida, les falta alguien o están en una etapa de soledad. Pero es un libro que quiero compartir con todo el mundo porque quiero darle visibilidad a este tema. Plantea preguntas de reflexión, que yo me hice en su momento, que te pueden servir para el día a día. Una de las preguntas que más me hice fue la de: «¿por qué a mí?». Es la pregunta que todo el mundo se hace».
Pero es una pregunta sin respuesta, ¿no?
«No, no tiene respuesta. Pero esta es la respuesta, que no haya ninguna respuesta clara».
En el libro haces una recopilación de varias citas de canciones u otros autores. ¿Cómo de importantes son?
«Muy importante. Porque son frases que he recogido durante la elaboración del libro o de canciones que había escuchado cuando mi padre estaba con nosotros, y entonces no les daba el valor que hoy les doy. Leer la letra sin cantar la canción, centrarme en su significado, que ahora para mí es diferente del de antes».
¿Qué le dirías a una persona que haya pasado recientemente por tu situación?
«Que no es culpa suya, que los suicidas no quieren morir, sólo quieren dejar de sufrir. Que tenga esperanza y que no se sienta culpable. Si nosotros hubiéramos sabido que esta persona lo quería hacer, habríamos estado a su lado y le habríamos ayudado».
¿Y a una persona que tenga pensamientos suicidas?
«Pienso que las personas que se suicidan son personas valientes, porque tener el valor de hacerlo poca gente lo tiene. Muchas veces decimos muy fácilmente que me quiero morir o suicidarse. Aquellas personas seguramente serán las que no se suiciden, quizás tan sólo están pasando un mal momento. El que dé el paso no lo dirá. Porque no querrá llamar la atención ni pedirá ayuda para que tú no te des cuenta de ello. Por eso, a estas personas, por favor que pidan ayuda».
¿Te haces la pregunta de «por qué no me dijo nada»?
«No, porque si nos lo hubiera dicho le habríamos ayudado y entonces no lo hubiera hecho. Es como la pregunta de «¿por qué a mí?». No hay respuesta».