Patrimonio
La Casa Navàs volverá a lucir el año 2025 el torreón destruido por la Guerra Civil
La réplica se construirá, primero, en un taller y empezará a ser montada en el inmueble a partir de enero del próximo año
«Si preguntáramos a los reusenses qué aspecto tiene la Casa Navàs, muchos todavía la dibujarían cuadrada o rectangular», reflexionaba Sílvia Sagalà, directora del inmueble modernista, ayer. No obstante, la imagen que «hemos tenido todos durante muchos años», si bien encaja con la realidad vista durante décadas, no se adecua a la idea del arquitecto Lluís Domènech i Montaner: faltan el capcer y el torreón, destruidos durante la Guerra Civil. El primer elemento volvió a lucir en la fachada en el 2020 y, el primer semestre del 2025, la pequeña torre que sirve de mirador será reconstruida y coronará la guapa del Mercadal. «Es cuestión de con respecto a la obra original y de memoria histórica», valoró Sagalà. «Es el paso definitivo que consigue que la Casa Navàs luzca, tanto por dentro como por fuera, tal como la imaginó Lluís Domènech i Montaner», añadió.
Entre junio y diciembre del presente año, se reconstruirá la torre en un taller para comprobar que «todo funciona correctamente». «Se trata de una obra que tiene que tener una precisión milimétrica, no puede fallar nada», expresó Sagalà. Al tener constancia que los cálculos han sido los correctos, al principio de enero del 2025, después de Reyes, se procederá a colocar la réplica, por bloques, en la Casa Navàs. El objetivo es que se pueda inaugurar antes de Semana Santa. «Les obras no pararán la actividad; buscaremos cuál es la mejor convivencia», apuntó a la directora del inmueble.
Sagalà aprovechó para comentar que la voluntad es que, en un futuro, se pueda visitar el torreón y subir a su mirador, «pero será una cosa muy extraordinaria». Detalló que no se podrá acceder durante las visitas ordinarias «por una cuestión de logística», dado que las dimensiones del espacio impiden el acceso de más de 2 personas al mismo tiempo.
Los trabajos de construcción los ejecutará la empresa Constècnia y la supervisión irá a cargo de los arquitectos Joan Tous y Pau Jansà. Con todo, el proyecto contará con la participación de artesanos que se encargarán de convertir la idea en una realidad con sus manos. Intervendrán la compañía Las Artes del Vitral, el maestro picapedrero Florenci Andreazini, los hermanos Balagué —que suministrarán la piedra de Vinaixa— y el artesano de forja Juli Río Peris, que se encargará de los trabajos con hierro que culminan el torreón, incluida una veleta que representa el barco de Jaume I. También se elaborará una subestructura interior con acero inoxidable para cumplir la normativa y dotar la obra de mayor resistencia. La intervención será financiada por el grupo empresarial Masergrup.
El torreón, construida entre 1904 y 1908, fue destruida por el impacto de una bomba durante la Guerra Civil, en marzo de 1938. Acabada la belicosidad, los propietarios rehabilitaron el segundo piso, pero tuvieron que prescindir de elementos ornamentales, como el capcer y El torreón, por razones presupuestarias. Con todo, el arquitecto Joan Tous remarcó que el torreón hace palpable «que el edificio tiene dos fachadas», que transiciona entre la plaza del Mercadal y la calle Jesús, «diciendo que no es un edificio cualquiera y llevándolo más allá de los inmuebles corrientes».