Diari Més

Sant Pere

Sant Pere también es sátira

El baile hablado del Baile de Pastorcillos y el Baile de Gitanas repasan las «efemérides» del año

El Ball de Pastorets va reintroduir el ball parlat, adaptat al 2024, per posar la «cirereta del pastís» a la feina que s’està duent a terme des de la Coordinadora de Danses per posar en relleu a la cultura popular.

El Baile de Pastorcillos reintrodujo el baile hablado, adaptado en el 2024, para poner la «guinda del pastel» al trabajo que se está llevando a cabo desde la Coordinadora de Danzas para poner de relieve a la cultura popular.Adrian Disch

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Un perfecto corro rodeaba la disputa. Cabreros y pastores discutían acaloradamente justo en medio de Reus. Entre el raval de Santa Anna y la calle de Salvador Espriu, las hostilidades se iban encendiendo hasta que el mayoral apareció para mediar en el conflicto. Dictaminó que ambos bandos se enfrentarían en una pelea estrictamente verbal donde punzantes versos buscarían herir al adversario. El Baile de Pastorcillos estaba reintroduciendo el concepto del baile hablado en la fiesta: representado el siglo XIX, no ha llegado al presente.

El Baile de Pastorcillos remarcaba que estaba «reintroduciendo» el entremés y «recuperándolo, dado que había preparado una nueva versión transportada a la actualidad. «Aunque últimamente parece que estén de moda las recuperaciones basadas en papel mojado», clamaron, en referencia al Baile de Galeras de Valls.

La sátira y el dulce sarcasmo harían las delicias de los oídos de las decenas de curiosos que habían rodeado pastores y cabreros para ser testigos de los soplidos orales. El origen de Antoni Gaudí, la reconstrucción del torreón de la Casa Navàs, el no ascenso de categoría del Nàstic de Tarragona y la promoción del Vermú de Reus en La Resistencia protagonizaron las primeras rimas.

Tampoco faltó uno de los proyectos más exitosos del año: los reusenses son «pobres» porque se han «gastado el dinero con la Ganxeta». «Tantos quartos os habéis gastado y los abonos ya regalan por si alguien no se ha dado cuenta de que los Reixos pasaron», sentenció una pastora de Riudoms. Remató la discusión con una alusión a las efímeras y poco añoradas letras del muro del Mercat Central.

Con alma de poetas, el segundo asalto empezó con una cita a Xavier Amorós y, enseguida, el tono feudo un giro mordaz: «Soy el mejor pastor poeta que en Port Aventura se tumba y no me voy por las ramas como hizo el Tomahawk». Era cuestión de tiempo que cayera la referencia a Tor. O a los problemas del servicio ferroviario: «Si queréis ir a Tarragona, id 3 horas antes; una por si el tren falla y dos para ir andando». De la crónica negra se pasó al salseo, un crush con Santiago Abascal y el debate de si la gente de Reus es potaxie o fife. No se salvaron del escarnio los fans de Taylor Swift, el Hard Rock ni el Vecino de Reus. Con el veredicto decidido, el mayoral dictaminó que la fiesta nos hermana y, con «calzoncillos limpios», tocaba proseguir la celebración. ¡«Viva Reus y el Baix Camp y viva la Fiesta Mayor»!, cerró el Baile Hablado de Pastorcillos ante una chalada ovación.

El público despidió cabreros y pastores, pero inmutable permaneció en su lugar. De hecho, la circunferencia se estrechó para recibir el Baile de Gitanas que, con sus parlamentos, quería seguir repasando «las efemérides» de los últimos tiempos. No olvidaron los nuevos elementos festivos que han nacido en la capital del Baix Camp, como el Superadrac, la Burra o Pere y la Loba; tampoco, la Danza de la Muerte, que, a pesar de representarse por Semana Santa, en el mismo saco se incluyó. «La Festa Major es un drama», aseveraron. «Nos quedamos con el (Daniel) Recasens», lamentaron, en referencia al concejal de Cultura. Luis Rubiales y la construcción de un nuevo jardín de infancia pusieron el lacito final en los bailes hablados.

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