Sant Pere
Dames i Vells van más calientes «que el fuego de Botarell»
La representación del satírico y burdo baile hablado llena las plazas de la ciudad para pasar revista a las noticias del año
Al volante de su turismo, un vecino de la plaza de Sant Miquel se disponía a salir de su garaje. Qué debió pensar cuándo avistó que, nada más abrirse las compuertas, decenas de manifestantes le daban la espalda. ¿Qué habría hecho mal para molestar a tanta gente? Para escapar de la trampa, tuvo que maniobrar en un reducido óvalo. Los concentrados operaban, también, con milimétrica precisión: dejaban paso al vehículo, pero se negaban a perder su privilegiada posición; otros, aprovechaban para colarse. La verdad es que no estaban enfadados con el conductor, sino al contrario: estaban allí para disfrutar de las mamarrachadas de los matrimonios malavenidos que son Dames i Vells.
«No tengáis ecoansiedad, que lo traemos todo reciclado,» avisó la pareja de Diables de que presentaba el baile hablado. «Como Botarell», añadieron. Fue la primera de incontables referencias a la planta de residuos de Secomsa, y no precisamente para hablar de fracciones de la basura. «Mi fuego te quemará la concha y el intestino, ¿no ves que voy más caliente que Botarell?», dejó caer uno de los viejos a su dama. «Estamos hartos de elecciones y actos electorales, queremos hablar de cojones», dijeron los Diables para no dejar espacio a la duda.
Fue 30 minutos de sátira, de burla, de lenguaje soez y de alusiones eróticas; y de risas constantes. «Lo que se dice en este baile es para más de 18 años», se alertó al principio. Aún así, la primera fila estaba completa por niños; picarescos, algunos pedían cruasanes y tenían curiosidad por ver qué se escondía bajo las faldas de las damas.
Hubo referencias nuestras, como el Mercado Central —«no te tocaré ni con un palo, porque estás mal hecha como aquello del Mercado Central»-; la Zona de Bajas Emisiones —«no puedes entrar porque te huele la xona»- y el Plim, o Fantasía de Frutas, que es «mejor» que ir de... Olvidémoslo. Al ritmo de Pedro, se invocó el alter ego de la alcaldesa, Sandra Guaita. Con su inconfundible casaca roja, se puso a cantar el hit del año, La Ganxeta, que recordaba cierta canción antes que nada de Carlos Vives y Shakira. También versionó SexeSexy y reveló qué hará cuando se acabe la legislatura: «Como aquellos del caso Innova, me iré al Centro de Lectura».