Servicios a las Personas
La Generalitat cederá cinco viviendas a Reus para el abordaje del sinhogarismo
Las personas que accedan a los pisos tendrán un plan de trabajo con el fin de reintegrarse en la sociedad
La Generalitat de Catalunya cederá al Ayuntamiento de Reus la gestión de cinco viviendas destinadas al abordaje del sinhogarismo. La concejala de Vivienda y edil del área de Servicios a las Personas y Derechos Sociales, Anabel Martínez, detalla que las personas que se beneficien del programa tendrán «un plan de trabajo» y se les hará un acompañamiento «mucho más continuado» en comparativa a una familia que accede a la Bolsa de Alquiler, porque, aparte de un piso, estos ciudadanos «necesitan un trabajo» y el objetivo final es que se puedan reintegrar en la sociedad. «Nosotros pagamos unos gastos para poder hacer este trabajo de inclusión», apunta.
Martínez explica que, para entrar en estas viviendas, se establecerán unos criterios «muy, muy concretos, que se pactan ya desde el ámbito de sinhogarismo». Además, se está valorando que quien tenga las posibilidades de asumir el gasto, pague un alquiler «simbólico», dado que al final, lo que no se paga no se valora. La edil añade que, a través del convenio con el Gobierno catalán, se entraría en la segunda fase del abordaje al sinhogarismo. «Ahora mismo tenemos el paso 1 y estamos trabajando para dar el paso 2», comenta Martínez.
El primer paso gira en torno al Servicio Residencial de Estancia Limitada (SEREL) en el Centro Social El Roser, con capacidad para dieciséis personas. El segundo, sería la entrada a los pisos, quizás, mediante el pago de un alquiler simbólico. La última etapa sería «la autonomía personal y económica, un alquiler como cualquier persona», concluye la concejala.
Para completar el proceso, «necesitamos mucha más vivienda de alquiler», un requisito que tiene que implicar la administración pública, y «estamos trabajando», pero también el ciudadano particular, bien sea uno que tenga un piso vacío y que pueda ponerlo en la Bolsa de Alquiler como los promotores privados. «Al final, necesitamos viviendas de protección oficial, pero también venta privada», reflexiona.
Durante su primer año en funcionamiento, entre el 7 de noviembre del 2022 y el 7 de noviembre del 2023, el SEREL acogió a 54 personas, algunas de las cuales estuvieron en más de una ocasión. El servicio tiene capacidad para dieciséis personas, mayores de 18 años. Aparte de la atención a los alojados, durante el día, también ofrece servicio de lavandería y de ducha para quien haga falta. Su objetivo es atender las necesidades de alojamiento temporal de urgencia y de residencia temporal de adultos en situación de exclusión social.
Los usuarios del SEREL son derivados por profesionales del equipo de Servicios Sociales y se pacta con ellos un plan de trabajo adaptado a su perfil, con el fin de encontrar una salida residencial y una mejora de su experiencia vital. En el primer año, el servicio ha permitido que el 53% de los beneficiarios encontraran una alternativa de vivienda, bien sea a través del alquiler —un 41% encontraron un espacio para vivir— o del ingreso a otros servicios. El 91% de las personas que estuvieron en el SEREL eran hombres. La media de edad se sitúa en los 47,5 años. Asimismo, la media de estancia por persona era de 39 días, siendo la mínima de 3 días y la máxima, de 153.