Sociedad
Las obras de rehabilitación del edificio de Cal Tapiró de Reus avanzan hacia la segunda fase
La próxima semana de desmontará el andamio y los trabajos se desarrollarán íntegramente en el interior del edificio, donde se ejecutarán las viviendas previstas
Fachada de Cal Tapiró de Reus.
El próximo lunes 22 de julio se desmontará el andamio de la fachada de las obras de rehabilitación del edificio de Cal Tapiró, situado en la calle Llovera números 6, 8 y 10 de Reus. Este edificio, que cuenta con una fachada catalogada, ha alojado en el pasado establecimientos emblemáticos de Reus como Calçats Tapiró y Jofré.
Asimismo, el próximo miércoles 24 de julio se procederá a retirar la valla perimetral de la obra, que ocupaba una franja de tres metros de la calle y suponía una afectación considerable en el principal eje comercial de la ciudad, que recuperará su normalidad.
El calendario a corto plazo se completará con la apertura del establecimiento de Tezenis, situado en el local comercial del edificio, el viernes 26 de julio.
Más allá de pequeños retoques puntuales en la fachada, a partir de este momento, los trabajos entrarán en una segunda fase y se desarrollarán íntegramente en el interior del edificio, donde se ejecutarán las viviendas previstas.
La obra presenta una complejidad técnica extraordinaria, ya que se ha sustituido completamente la estructura existente sin afectar a la fachada y la escalera, la cual están protegidas patrimonialmente y han sido rehabilitadas siguiendo técnicas específicas de restauración. Con los trabajos de fachada, se ha retirado una gran cantidad de elementos constructivos que habían adulterado su composición arquitectónica a lo largo de los años, devolviendo al edificio su aspecto original.
El edificio se encontraba en muy mal estado y presentaba un riesgo de colapso muy elevado, a pesar de haber mantenido la actividad comercial hasta el último momento. De hecho, no se habían podido llevar a cabo algunos trabajos técnicos preliminares ante el riesgo que suponían para la estructura.
Además, el descubrimiento durante los primeros días de derribos de unos sótanos ocultos obligó a modificar la intervención prevista, siendo necesario micropilotar toda la cimentación del edificio.
La empresa al frente del proyecto y de la dirección de la obra es Nexotecnia, un estudio arquitectónico de Reus especializados en arquitectura sostenible.
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