La nueva junta directiva de H2O trabajará para que todos los lugares «sean un espacio seguro» para el colectivo LGTBIQ+

Misericòrdia Àvila, Josep Maria Torres y David Fornieles conforman la nueva junta directiva de H2O, el colectivo LGTBIQ+ del Camp de Tarragona. Su candidatura fue la más votada en la asamblea general del lunes y, el miércoles, se firmó el traspaso de poderes con la presidenta saliente, Berta Mascaró, que ha dejado «el listón muy alto».

Ni una semana hace que están en el cargo, pero tienen los objetivos muy claros: impulsar la formación, tejer vínculos con administraciones públicas y entidades, aumentar la militancia, renovar la web y culminar la reforma de unos estatus de la década de los 90. «Con todo, lo más importante no es crecer, sino continuar presentes, vivos, haciendo lo que hacemos, teniendo voz», afirma la nueva presidenta, Misericòrdia Àvila.

La junta considera que, a día de hoy, todavía es «difícil» ser una persona LGTBIQ+ por el auge de un discurso político de extrema derecha que está calando entre la población joven y que señala «que lo que es diferente de ellos es malo». «Hay que dejarles claro que somos personas también», declara el nuevo secretario, David Fornieles. «Puede dar miedo, pero no dejaremos que nos influya», añade. Àvila indica que las agresiones homófobas «sin sentido» hacen que H2O «tenga todavía más sentido».

Para combatir los discursos de odio y crear conciencia, cree que es clave «tener muchísima más visibilidad». Charlas o contenido en las redes sociales puede ayudar a que los adolescentes «abran los ojos», comenta Fornieles. La directiva, sin embargo, es de la opinión de que se tiene que conseguir estar presente «en cualquier acontecimiento» y en lugares en los que no se nos espera». «Si queremos reivindicar nuestros derechos, tenemos que reivindicarlos desde espacios donde se supone que no tendríamos que estar», valora Àvila.

Uno de los ejemplos es que la bandera LGTBIQ+ colgó en el balcón del Ayuntamiento de Reus, de forma que el mensaje podía llegar a personas ajenas al colectivo. «Queremos ver cómo los consistorios del Camp de Tarragona nos pueden ayudar, pero hay límites, nos mantendremos fieles en nuestras ideas», sentencia la presidenta. También subraya que se buscará reforzar y cuidar las relaciones con otras entidades del territorio.

En la actualidad, una treintena de personas militan en H2O. La nueva junta quiere dar respuesta a una pregunta: «¿Por qué somos 30 y no más?». «¿No somos un espacio lo bastante seguro? ¿Tenemos alguna cosa que no guste? ¿No nos conocen?», se cuestiona Àvila. También se ha detectado que la presencia de mujeres es minoritaria, así como colectivos como los asexuales o los intersexuales.

Plantean realizar una jornada de puertas abiertas para que todo el mundo pueda conocer la entidad. «Las personas que estamos aquí luchamos por nuestros derechos y para crear un espacio seguro, no sólo en H2O, sino también en el supermercado o en el cine», concluye Àvila. «Queremos que se nos respete como a todo el mundo, no somos de otro planeta», concluye Fornieles.

El legado de Berta Mascaró

Àvila, Torres y Fornieles toman el relevo de Berta Mascaró, que ha estado cuatro años encabezando la entidad. Mascaró expresa que ha vivido la presidencia «con mucha ilusión». En su etapa, cree que se ha conseguido fortalecer la militancia. A partir de ahora, seguirá formando parte de H2O y «H2O siempre será parte de mí». Lo hará como persona técnica y militante, echando una mano a la nueva junta, pero más de puertas adentro».