Urbanismo
La transformación del Carrilet: un mercado más «abierto» y vivienda para urgencias
El anteproyecto plantea dotar al barrio de nuevos equipamientos, que se articularán a partir del traslado de la estación de bus
«El proyecto del Carrilet va mucho más allá del mercado». Con estas palabras empezaba a detallar la alcaldesa de Reus, Sandra Guaita, en qué consistirá la transformación del barrio. Cinco patas sustentarán el plan, según el anteproyecto presentado ayer: el mercado, la nueva estación de autobuses, el espacio que dejará la terminal actual, nueva vivienda para situaciones de emergencia y un edificio denominado Pérgola para dar la bienvenida a los visitantes.
«La transformación del mercado es el punto inicial, pero ha actuado como una gota de aceite que nos ha permitido ir trabajando más allá de él», destacó Guaita. El Mercat del Carrilet, con la promesa que se mantendrá en el emplazamiento actual, se quiere adaptar al «siglo XXI» y «abrirlo en la ciudad»: desde el exterior, se podrá ver qué está pasando en su interior. El edificio se rehabilitará e incluirá usos culturales, cívicos y servicios municipales.
Los paradistas actuales se quedarán hasta el inicio de la intervención. Qué pasará una vez la maquinaria entre en escena «lo estamos trabajando directamente con ellos», explicó la alcaldesa. «Lo que nos han enseñado nos ha gustado, vemos que hay movimiento», expresaba María Jesús Querol, portavoz de los paradistas. Con todo, comentó que no se sabe dónde les moverán y que «está todo muy verde todavía», si bien la firma de la prórroga de los contratos de arrendamiento les dio una tranquilidad «total».
El traslado de la estación de autobuses, una «asignatura pendiente» en palabras de la concejala del área de Urbanismo, Marina Berasategui, será la segunda pata. En un movimiento consensuado con la Generalitat de Catalunya, estará semisoterrada y se ubicará en la calle de Jaume Vidal i Alcover, en la acera del parque de Mas Iglesias.
El desplazamiento permitirá liberar un espacio que se convertirá en una gran zona verde y que integrará un bloque de nueva construcción, denominado Belvedere, «que nos tiene que servir para tener vivienda de urgencia», especificó la alcaldesa. Estos casos podrían ser emergencias puntuales o víctimas de violencia de género.
El inmueble contará también con servicios municipales. El ámbito de la intervención se completará con el edificio Pérgola, que será «más bienvenida a los visitantes» y de planta baja, según detalló Berasategui. Se plantean posibles usos culturales, una Oficina de Turismo y servicios vinculados con la movilidad.
Más allá de los equipamientos, la actuación urbanística prevé la vianalización de la calle del Escultor Rocamora —con la restricción de la circulación de vehículos—, la urbanización del pasaje de Lluís Mas i Ossó y la pacificación de las avenidas del Presidente Macià -con un paso de peatones elevado que dará acceso directo a la estación de buses— y de Pere el Cerimoniós —con la reubicación de la locomotora del Carrilet.
El siguiente paso será la modificación puntual del planeamiento de ordenación urbanística de Reus, trámite necesario para mover la estación de autobuses y construir las nuevas edificaciones. En paralelo, el Ayuntamiento tramitará la redacción de los proyectos básico y ejecutivo del ámbito del mercado y su entorno más inmediato. Prevé destinar unos 875.000 euros. No se espera ver movimiento de maquinaria hasta el 2026.
La estación de autobuses se acercará a Bellissens
Berasategui remarcó que la nueva situación «garantizará la intermodalidad», dado que quedará junto al apeadero de Bellissens, coincide con el trazado del TramCamp y conectará con la red de carriles bici y los anclajes de la Ganxeta. Las obras también permitirán la prolongación de la calle de Montserrat Roig.