Usuarios de La Illeta de Reus protestan contra el cierre del centro: «Es un grave error»

Una treintena de personas se concentraron ayer en las puertas del Ayuntamiento de Reus para protestar contra el cierre del centro de día La Illeta, donde se daba apoyo a personas en situación de vulnerabilidad por casuísticas como trastornos de salud mental o uso de drogas, desde una perspectiva de disminución de daños y riesgos, y donde se atenían unas 200 personas el año. «Es un grave error», expresó Quim Gómez, presidente de la Asociación Reus Som Útils (ARSU), entidad que desarrollaba la actividad en La Illeta.

Los manifestantes, que lucían pancartas con mensajes como No pases de largo, somos personas o Vuelven los 80 y nos dejan morir en la calle, y que pronunciaron cánticos como La Illeta no se marcha, criticaron que la decisión de cerrar el centro, que califican de «antisocial», se haya tomado «sin aviso» ni habiendo consultado «la ciudadanía y el derecho de las personas afectadas». «A la larga, habrá más delincuencia, más gasto policial, porque habrá más gente en la calle», apuntó a Gómez.

El Ayuntamiento de Reus anunció el lunes que trasladaba el servicio de atención a las personas con adicciones en el Centro Social El Roser y que reforzaría la plantilla. A pesar de todo, el presidente de ARSU considera que no es una buena alternativa, dado que el equipamiento «quedará pequeño porque hay mucha gente y habrá una gran masificación de duchas». En esta línea, la vicepresidenta de ARSU, Maite Martí, añadió que hay gente que, por enfermedad, tendrá dificultades por acercarse al Roser e hizo referencia a la proximidad del Cementerio General. ¿«Qué estamos, muertos antes de tiempo?», se preguntó.

A la concentración había representantes de redes como CATNPUD (Red Catalana de Personas que Usen Drogues), de la cual forman parte La Illeta y ARSU. También está presente la Red de Mujeres Antiprohibicionistas en materia de Drogas (REMA). Celia Maestre, representando de la organización, afirmó que estaban «indignadas con el cierre de La Illeta, que es uno en lo referente a escala mundial.» Maestre lamentó que los usuarios quedan «desamparados, sin un acompañamiento digno.» La doctora Tre Borràs, quien estuvo al frente del Servicio de Adicciones y Salud Mental del Hospital Sant Joan, alertó de que podría haber más movilizaciones. «Mientras no recibimos respuesta a nuestras inquietudes, creo que tenemos que seguir pidiéndolas», comentó.

Por su parte, la alcaldesa de Reus, Sandra Guaita, detalló el miércoles que la parte sanitaria «se cerró en el 2023», que «La Illeta como tal no funcionaba desde el 2023», y que la parte asistencial de los usuarios «se sigue haciendo desde el Roser».

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