Seguridad
Reus refuerza su seguridad con una veintena de cámaras de videovigilancia
Los vecinos creen que eso ayudará a reducir el incivismo de «puntos calientes» y piden un apoyo con patrullas a pie
El Ayuntamiento de Reus está a punto de culminar el despliegue de una nueva fase del plan de videovigilancia. A lo largo del verano, se han colocado una veintena de nuevas cámaras de videovigilancia que observarán qué pasa en algunos de los lugares y equipamientos más transitados, con el objetivo de reforzar la seguridad del núcleo urbano. Los vecinos celebran la medida y proponen ampliarla en más lugares de los barrios.
Los dispositivos que se han instalado las últimas semanas se encuentran en las plazas del Mercadal, de Prim, del Baluard, de la Patacada y de Sant Pere, así como en el Parc del Lliscament. Fuentes municipales comentan que también se han renovado las que hay al cuartel de la Guardia Urbana, la comisaría externa de proximidad del antiguo hospital, el edificio de la estación de autobuses, el Palau Municipal y la plaza del Castell.
Además, ha empezado a colocarse en el depósito de vehículos y estaba previsto que ayer se hiciera en la plaza de la Cultura de la Pau. Quedará la plaza de Anton Borrell para culminar esta fase del plan. De esta manera, se llegará a la setentena de dispositivos y a la veintena de zonas de Reus cubiertas con cámaras.
La ciudadanía se muestra favorable a la instalación de cámaras, pero reclama tener más información sobre su ámbito de cobertura y solicita que se pongan más. Esperanza Torrijos, presidenta de la asociación de vecinos (AV) del barrio Immaculada, expresa que «está bien» que se hayan colocado en el Parc del Lliscament porque, si bien es un área «muy grande, abierta y a la vista», también «se junta muchísima gente y siempre hay algún incívico».
Al frente de la AV Reus Nord está Josep Ramon Ferré. Afirma que «sí» que es favorable de aplicar la medida en la plaza de Anton Borrell y señala que «se tendrían que poner bien puestas». Con todo, considera que no tiene bastante información sobre el punto exacto en el que se situarán.
Parecida sensación impera Fernando Castillo, vicepresidente de la AV L'Harmonia del Carme. Declara que «obviamente sí» que está satisfecho con las cámaras, pero desconoce «la magnitud de la cobertura». Recuerda que hace «tres o cuatro años» que la entidad reclama que es «necesario» que se refuerce la seguridad en la plaza de la Patacada, al tratarse de un «punto muy caliente» a raíz del «incivismo» y el tráfico de estupefacientes. «Espero que sí que ayude a reducir estos problemas, la experiencia dice que las cámaras ayudan a solucionarlos», declara.
En la plaza de la Cultura de la Pau, el presidente de la entidad vecinal, Víctor Muñoz, está «a favor» del despliegue del plan de seguridad hacia esta zona, pero considera que llega «muy tarde». Apunta que, sobre el 2019 y el 2020, la plaza era un foco de botellones, peleas, escándalos y alguna agresión. El incremento de la presencia policial tuvo un efecto disuasivo y, a día de hoy, los problemas llegan de forma «puntual», si bien, al tratarse de una zona concurrida, «es importante que haya cámaras para disuadir».
Los representantes vecinales opinan que sería bueno que hubiera cámaras en más puntos. Castillo menciona calles como la del Vapor Nou, de Sant Carles y de Sant Josep o Camí de Riudoms; Torrijos, el pulmón verde del entorno de las Clarisses. Con todo, creen que las cámaras tendrían que ir acompañadas «del servicio de vigilancia presencial».