Misericordia
Reus celebra el Rosari de Torxes
El acto consiste en una plegaria caminando que tiene como punto final el Santuario
Cuando la noche cae y sume Reus en la oscuridad, unas lucecitas se encienden en la plaza de la Pastoreta. Son las llamas de las velas que iluminan los peregrinos en su procesión hacia el Santuario de Misericòrdia. Con multitudinarias luciérnagas emergiendo de las candelas, es la imagen que dibuja el Rosari de Torxes, un acto que contrasta con la desenvoltura de la verbena. «Es una plegaria muy antigua dedicada a la Virgen», señala Ana Edo, de la Comunidad de Hermanas de la Consolación de Reus.
Edo detalla que los peregrinos caminan «rogando, escuchando las meditaciones y la palabra de Dios». En la mano, llevan una vela encendida, protegida para evitar que un golpe de viento la pueda apagar, para pedir «la intervención de la Virgen, que sea luz para nuestras vidas y las de la gente de la ciudad». «Llevar la vela ayuda a que nos concentremos más en la plegaria», asegura.
La también directora titular el Colegio Maria Rosa Molas explica que cada persona «lleva su plegaria, su petición y sus problemas dentro y, durante este paseo caminando, rogando, la va presentando interiormente a la Virgen». «Cada uno pide para la familia, el trabajo, la salud, lo que sea», ejemplariza. «La misericordia es eso, tener un corazón compasivo, y nosotros acudimos a una virgen que es compasiva, que estamos seguros de que nos ayudará», prosigue. Con el rosario, se pide «protección» a la Virgen de la Misericòrdia y se le revelan las preocupaciones e intimidades «como si fuera nuestras madres, para que nos dé fuerzas y luz y nos proteja», expresa Edo.
En el trayecto, por megafonía, se emiten fragmentos de la palabra de Dios y, a continuación, cinco misterios del rosario. Este año, «los misterios dolorosos de la vida de Jesús». Edo se encarga en esta ocasión de compartir las reflexiones en los misterios, es decir, «hacer un poco de actualización de la vivencia de Jesús con las vivencias que tenemos la gente de Reus, nuestros sufrimientos, y, después, pedirle una petición por cada uno de los continentes». «Rogamos desde aquí por Asia, por África, por América, por Europa, por Oceanía, para que nuestra plegaria llegue a la gente que está pasando dificultades», expresa. «No es sólo para nosotros, sino que pedimos la protección de la Virgen para quién está sufriendo en cualquiera de los continentes», continúa. Con la llegada al Santuario, el rosario se da por concluido y se canta el Himno de la Misericòrdia, «dedicado a la Virgen».
Edo considera que se tiene que ser «empático» y darse cuenta de que no soy el único a quien la vida no le va bien o que tiene sufrimientos». «Tenemos que abrir el corazón a los otros, reconocer que el otro también sufre y que yo puedo ser un poco de consuelo y de apoyo , y pienso que eso todavía nos hace más humanos y más misericordiosos», comenta.
La directora titular del Colegio Maria Rosa Molas explica que recibió una llamada del prior Joaquim Fortuny proponiéndole encargarse de los misterios de este año y afirma que en ningún momento se planteó dar a uno «no» por respuesta. «Es un honor: son las fiestas de la ciudad y, como religiosa, pienso que es bonito poder ayudar a los otros a rogar», revela. Asimismo, Edo subraya que «no soy de Reus, pero ya me siento de Reus, y yo también amo a la Virgen de Misericòrdia».