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Hacienda

Reus congela el IBI y el ICIO para el 2025, mientras que la tasa de la basura subirá sólo un 1,85%

El equipo de gobierno también congelará el impuesto de circulación y las tasas de vados, terrazas y grúa

El Ayuntamiento introducirá bonificaciones para beneficiar a quien lleve objetos a la desechería, para fomentar el reciclaje y el civismo entre la población.Gerard Marti Roig

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El Ayuntamiento de Reus congelará los impuestos de cara al 2025. No se subirán el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), el impuesto de circulación ni las tasas de vados, terrazas y grúa. «La filosofía es de contención: los impuestos no suben», asevera el concejal de Hacienda, Manel Muñoz, a Diari Més, añadiendo que se introducirán bonificaciones de vertiente social y medioambiental que comporten «una reducción en los recibos».

Sí que habrá, sin embargo, una excepción: la tasa de recogida de basura. El edil explica que el ajuste, que será de un 1,85%, viene «obligado por ley», con el fin de equilibrar los ingresos y los gastos de un servicio «que se ha encarecido en determinados aspectos». «Si no, lo que ingresamos no se correspondería con el gasto del servicio», expresa.

Para «contrarrestar» los efectos que tendrá el encarecimiento de la tasa en el ciudadano, un tributo que ya aumentó un 14% en el ejercicio anterior, el Ayuntamiento, «con la filosofía del que menos recicla, más paga, y a quien recicla, que tenga unos beneficios», introducirá una bonificación del recibo de la basura, que puede llegar a ser de un 20%, para las personas que lleven objetos a la desechería —o en su versión móvil—. Haciendo entre 4 y 6 aportaciones, la reducción será de un 10%; entre 7 y 12, del 15%, y para tener una rebaja del 20% se tendrán que llevar más de 12 piezas. El tope será de 20 euros por factura.

«En un recibo medio de la basura, habrá este ajuste del 1,85%, sin embargo, en paralelo, si durante el año se han hecho doce aportaciones a la desechería, se puede llegar a tener un descuento del 20% que, de alguna manera, ya contrarresta no sólo el ajuste de este año, sino también lo que tuvimos que hacer el año pasado», señala Muñoz. «Con estas aportaciones, el recibo de la basura puede acabar siendo incluso más económico que el que representaba en el 2023», afirma. El beneficio será aplicable a efectos prácticos de cara al 2026, dado que dependerá del comportamiento del contribuyente durante el 2025.

El concejal de Hacienda subraya que la medida pretende promover «el reciclaje y el civismo», consiguiendo que la gente no deje la basura fuera de los puntos habilitados y, además, vea que el esfuerzo «se refleja en su recibo». Adicionalmente, comenta que tiene que representar «un ahorro al Ayuntamiento», que evitaría los servicios extraordinarios de retirada de la basura en la vía pública.

En este sentido, Muñoz expresa que «ojalá el ajuste pudiera ser positivo» y recuerda que «no reciclar es más gasto para el Ayuntamiento». «Tenemos que incentivar que la gente recicle: si lo hace, nosotros salimos favorecidos y también su bolsillo, porque la tasa bajaría», remarca. Hoy por hoy, no podemos hacerlo de otra manera que no sea promoviendo que la gente vaya a la desechería. De cara al año que viene, ojalá dispongamos de los medios para garantizar que se recicle y que se pueda controlar a quien recicla, y quien lo haga, tendrá el recibo más barato», indica el edil.

Nuevas bonificaciones

Más allá de la congelación de los impuestos, el consistorio creará bonificaciones que ayudarán a amortiguar los tributos y a «contrarrestar en mucho la subida que vimos el año pasado». Muñoz adelanta que responden a la filosofía «de promover cuestiones sociales, como la emancipación de los jóvenes y la creación de viviendas destinadas a esta finalidad; ambientales, con el uso de energías renovables y limpias; o de movilidad eléctrica, para incentivar que haya más puntos de carga de vehículos eléctricos».

Hay que recordar que en octubre del 2023 se anunció una subida generalizada de los impuestos en Reus, de tributos como el IBI, el ICIO o las tasas de la basura y de terrazas. La decisión se tomó para adaptarse a «la realidad» socioeconómica y para cubrir «unas necesidades de financiación».

Unas ordenanzas fiscales que definen «más» el gobierno de Reus 

Manel Muñoz afirmó el año pasado en una entrevista a Diari Més que aquellos presupuestos no identificaban el gobierno «del todo». «Queremos que los próximos nos definan mucho más», aseguraba. Doce meses más tarde, el concejal de Hacienda considera que estas ordenanzas «indudablemente» se ajustan más al talante del ejecutivo, «aunque queremos que nos identifiquen todavía más». «Pensamos que podemos hacer muchas cosas», señala. El edil apunta que los aspectos que legalmente «no podemos hacer frente con bonificaciones a ordenanzas, podremosvafrontar con un planvde subvenciones que nos acabará de definir».
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