Reus
El presidente del Cercle d'Economia analiza la actualidad económica de España y Cataluña
Jaume Guardiola participó en la última sesión de Tribuna Cámara en Reus
Con las cifras en la mano, uno no puede decir que la economía vaya mal. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el Producto Interior Bruto (PIB) de España crecerá un 2,9% en 2024. Las previsiones para Cataluña siguen la misma línea. «Sería el crecimiento más alto de cualquier economía avanzada del mundo, el titular es importante. Hace muchos trimestres que los datos están batiendo expectativas», reconocía ayer el presidente del Cercle d'Economia, Jaume Guardiola, en la última sesión de Tribuna Cámara.
Factores como el empleo, el control de la inflación, la bajada de los tipos de interés o la balanza comercial ayudan a mantener el optimismo. Es un optimismo, sin embargo, moderado. «Cuando levantas la mirada y analizas desde que España entró en la unión monetaria y comparas la renta per cápita española y catalana respecto la europea, hemos bajado», alertaba Guardiola. «Cataluña ha pasado de tener un 17% por encima de la media europea a estar junto a la media», prosiguió. «Y hemos deshecho un porcentaje significativo del camino de convergencia», remató.
La caída de la productividad afecta en el estancamiento del PIB per cápita. Muchas explicaciones ayudan a dibujar el cuadro al completo, algunas, «estructurales». En primer término, la composición sectorial, con muchos ámbitos «de baja productividad» que suponen que la creación de producto por hora trabajada sea «más bajo» y «eso acaba produciendo salarios más bajos y sociedades más fragmentadas, con distancias mayores».
«España tiene más proporción de sectores que afectan más a la economía, como el turismo y la hostelería, de poco valor añadido», apuntó, si bien remarcó que desde los mismos sectores se pueden hacer «muchas cosas para mejorarlo», como la apuesta por la desestacionalización y la desterritorialización.
El segundo aspecto clave es el tamaño de las empresas. En comparación con Alemania, «ellos tienen muchas más empresas grandes, que generan más productividad, más escala, más mercados, más innovación, más oportunidades de crecer». El tercero son factores alterables desde la política, como la educación —tener una buena formación profesional integrada en el mundo empresarial o una universidad con transferencia de conocimiento hacia la innovación permiten tener «más productividad y más fuerza—, la innovación —que tiene que tener un impacto en la economía y no limitarse a los papeles— o las infraestructuras. «Estos temas necesitan acuerdos políticos que superen el ámbito del ciclo electoral, que generen una transformación social, cosa que en este país se ha convertido en imposible», valoró Guardiola.
El presidente del Cercle d'Economia comentó, también, la propuesta de financiación singular. «Creo que realmente hay una oportunidad de revisar un aspecto, el modelo de financiación que tiene España, que hace mucho tiempo que es un desastre», aseveró. Guardiola considera que el documento «dice cosas muy interesantes, que pueden ser muy útiles para Cataluña». «Otra cosa es si el marco político español está preparado», señaló. La «oportunidad» se fundamenta en la posibilidad de crear un modelo basado en el ingreso y la responsabilidad fiscal, y no en el gasto, que permite entrar en un «momento de madurez, federal, que apela a la responsabilidad», y en un reequilibrio en que salga más dinero del gobierno central hacia las comunidades autónomas.