Sociedad
El 81% de la población de Reus está expuesta a niveles de ruido que son considerados «óptimos»
Las zonas industriales y las vías de circulación son las áreas con mayor contaminación acústica
Un 81% de la población de Reus está expuesta a niveles de ruido globales —teniendo en cuenta día, tarde y noche— inferiores a los 65 decibelios ponderados (dBA). En otras palabras, un 81% de la ciudadanía vive en un escenario considerado óptimo con respecto a la exposición a sonidos externos.
Es la principal conclusión que se extrae del mapa estratégico de ruido de la aglomeración de Reus, una herramienta de la Generalitat de Catalunya que tiene como objetivo analizar la exposición al ruido proveniente de diferentes fuentes para disponer de unos datos que permitan elaborar planes de acción para mejorar la calidad acústica y la habitabilidad de las urbes.
Las vías interurbanas, los polígonos industriales y los espacios situados al lado de grandes infraestructuras son los puntos con mayor incidencia de ruido. En el interior de la trama urbana, los arrabales exteriores (las avenidas de Marià Fortuny, de l'Onze de Setembre, de Països Catalans y de Sant Bernat Calvó) y el paseo de Prim registran los decibelios ponderados más elevados. En grado más bajo, destaca, también, el alto volumen en los arrabales interiores y en las principales vías de enlace hacia los exteriores.
El concejal jefe del área de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Vía Pública, Daniel Rubio, señala que las principales fuentes de ruido son «el tráfico rodado y ferroviario». Subraya que la evolución los últimos años ha sido «positiva, en tanto que el porcentaje de población expuesta en cada rango de nivel sonoro ha aumentado en los niveles bajos (por debajo de 60 dBA de día y de 50 dBA de noche) e intermedio (entre 60 y 65 dBA) y se ha reducido ostensiblemente para niveles superiores».
Rubio remarca que la mayoría de los tramos de calle con niveles superiores a los óptimos, es decir, a partir de 65 dBA, corresponden «a los principales tramos viarios del municipio, que soportan una alta capacidad de tráfico». Informa, además, de que se ha incrementado la exposición al ruido ferroviario en todas las franjas, si bien «es competencia estatal». Hay que recordar que Adif ha propuesto que se coloquen pantallas acústicas en un mínimo de seis áreas de la ciudad. Con respecto al tráfico aéreo, se considera que el 100% de la población no está afectada.
Sensibilidad acústica
A pesar de la evolución «positiva» de los datos, hay entornos residenciales y espacios de sensibilidad acústica, como centros educativos o sanitarios, expuestos a valores de ruido totales más altos que los recomendados. El Instituto Salvador Vilaseca, escondido entre la avenida de Jaume I y la calle de Misericòrdia, dos vías ampliamente utilizadas por el tránsito rodado, es un ejemplo.
El concejal Rubio señala que se formularán «planes de acción» a partir de los resultados del mapa estratégico y recuerda que el Ayuntamiento de Reus trabaja «en la pacificación del tráfico con toda una serie de medidas, como el fomento de la movilidad sostenible o las restricciones al tráfico, con límites de velocidad y acceso». De hecho, el año pasado, se cortó un tramo de la calle de Misericordia durante un día con motivo del Día Sin Coches y la Semana Europea de la Movilidad Sostenible, propuesta que se ha repetido este año en los arrabales de Robuster y de Sant Pere.
De acuerdo con la Ley 16/2002 de protección contra la contaminación acústica, las entidades locales y las administraciones titulares de infraestructuras tienen que elaborar mapas estratégicos de ruido de las aglomeraciones de más de 100.000 habitantes, todos los grandes ejes viarios donde el tráfico sobrepase los 3.000.000 de vehículos al año, los grandes ejes ferroviarios donde el tráfico sobrepase los 30.000 trenes al año y los aeropuertos y los puertos.