Movilidad
Reus tiene 6.183 plazas de aparcamiento de pago entre los parkings municipales y la zona azul
La ciudad suma 820 plazas más en parkings gratuitos y trabaja en nuevos espacios disuasivos
Encontrar aparcamiento es uno de los principales quebraderos de cabeza en las ciudades. Desde los vecinos que tienen que dar vueltas entre islas de casas hasta el visitante que busca acercarse al máximo a su destino, las opciones son variadas: las gratuitas y deseadas zonas blancas conviven con las costosas azules, y con opciones como los parkings soterrados o de superficie.
En Reus, la preocupación se ha generado por la desaparición, los últimos doce meses, del área de Riera Miró y el cierre de dos opciones privadas. Con todo, el presidente de Reus Mobilitat i Serveis, Daniel Marcos, considera que «estamos, en relación con otros municipios, muy bien».
La ciudad suma 6.183 plazas de pago, entre la red de parkings municipales, las zonas azules y las áreas de aparcamiento, y con 820 espacios adicionales con las alternativas de superficie sin coste. Asimismo, el Ayuntamiento trabaja para habilitar nuevos parkings disuasivos.
Les 182 plazas del área de Riera Miró serán reemplazadas, en un futuro, con un aparcamiento municipal con capacidad para acoger 340 vehículos en el marco del proyecto de la Hispania.
La infraestructura estará distribuida en tres plantas y la entrada y salida de los conductores se llevará a cabo a través de la riera de Aragón. La obra civil del aparcamiento ya ha superado el 70% de ejecución. Similar situación ocurrirá en el área de Sant Francesc.
La zona azul será el epicentro de la regeneración urbana del barrio del Carme. Se construirán un Centro de Atención Primaria, 70 viviendas y, también, un aparcamiento subterráneo municipal con un centenar de plazas. La Generalitat trabaja para que todo esté terminado el 2030.
Con respecto a los parkings municipales activos, la concejala de Seguridad Ciudadana y Convivencia, Dolors Vázquez, afirma que tienen «un volumen de entradas y salidas muy importante». Hay que recordar que, a principios de año, la mitad de la red tuvo que detener la emisión de nuevos abonos por un repentino alud de demandas.
En paralelo, el consistorio pretende ampliar la red de aparcamientos disuasivos en la periferia, una voluntad que viene acompañada por la introducción de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Ha reservado una partida de 50.000 euros para la acometida.
La alcaldesa, Sandra Guaita, explicó, en la presentación del plan de inversiones para el 2025, que «tenemos que facilitar que la ciudadanía se pueda mover» y que se estaban buscando espacios «en cuatro puntos cardinales». Marcos añade que se acaba de definir los emplazamientos y los proyectos» y que, seguramente, «antes de que acabe el año podremos informar al respecto».
Así y todo, apunta que uno se querría ubicar «en la parte oeste de la ciudad, fuera de la ZBE» y, otro, cerca del Instituto Escola Pi del Burgar, para sustituir el parking que desaparecerá en un futuro.
Marcos apunta que es cierto que hay barrios «tensados» por su configuración y densidad, como Horts de Miró o la Pastoreta, pero «las herramientas que tenemos son las que tenemos».
Así y todo, «hemos analizado cómo podemos solucionarlo» y se buscan constantemente «oportunidades de nuevas zonas». Menciona el caso de Horts de Miró, donde se ha hablado con propietarios de solares «que no han querido hacer la cesión al Ayuntamiento».
Les autoescuelas
Uno de los colectivos que más circula por la ciudad es el de las autoescuelas. Guillem Barrabeig, técnico superior en formación para la movilidad segura y sostenible de la Escola de Conducció Jordi, explica que, en Reus, «se ha complicado el hecho de estacionar».
«Considero que se tendría que repensar un modelo obsoleto de zonas azules y de parkings subterráneos, sobre todo haciendo énfasis en gente que se ve obligada a estacionar por motivos laborales y residentes en la ciudad», considera, sobre todo, viendo que las zonas azules acostumbran a estar «sin ni un sitio».
Valora positivamente la apuesta por los parkings disuasivos en la corona periférica. «Sin embargo, estos aportarían una mayor sensación de seguridad si se encontraran asfaltados y con iluminación nocturna», concluye. Además, anima en las empresas «que incentiven a los trabajadores a un cambio de movilidad en pro de un modelo más sostenible, por ejemplo, con el vehículo compartido».