Las dudas sobre la pacificación de tráfico en Reus: qué calles y cómo llegar a las tiendas fácilmente

Reus es una ciudad que ha cambiado mucho con respecto a la movilidad. Lejos queda la época en la que los coches pasaban por el medio de la plaza del Mercadal o Prim. A pesar de ser muchos los cambios hasta ahora, estos irán en aumento con casos como las calles Doctor Ferran, Ample, Astorga o Escultor Rocamora. A todo esto se suma la aparición de los carriles bici o los vehículos de movilidad personal que configuran un escenario que presenta incógnitas para el futuro.

Así y todo, la concejala de Seguridad y Convivencia del Ayuntamiento de Reus, Dolors Vázquez, valora que «la ciudad no tiene que cambiar ni mucho más ni mucho menos, tiene que cambiar lo que toque». «Antes era otro modelo y ahora las prioridades son la salud de las personas y la movilidad segura y sostenible. La movilidad cambia porque la sociedad cambia», comenta la concejala.

No obstante, los cambios dan miedo y el futuro incierto plantea dudas. La presidenta de la Unió de Botiguers de Reus, Rosa Lucas, se muestra confiada en el gobierno municipal, pero admite que el principal miedo es que restringir la movilidad de vehículos afecte negativamente a los negocios locales: «Confiamos en el trabajo que hace el Ayuntamiento, tan sólo esperamos que haya una buena conexión que permita a los de fuera seguir visitando nuestros comercios».

«Entiendo la preocupación de los comerciantes, pero si paseamos por ciudades como Barcelona donde la zona centro, donde hay muchos establecimientos comerciales, están reservadas para peatones y sigue teniendo vida», responde la concejala Vázquez. Además, la concejala añade que en vez de ser una preocupación tendría que ser un incentivo para visitar la ciudad, ya que «me consta que la red de aparcamientos públicos tienen un volumen de entradas y salidas importante. No creo que ninguna de las actuaciones de pacificación que se han llevado a cabo en nuestra ciudad haya disminuido el número de visitantes que tenemos en la ciudad, sigue viniendo mucha gente».

Por otro lado, Gemma Molner, miembro de la junta del Tomb de Reus, apunta que «cada calle de la ciudad es un mundo e, incluso, cada tramo de una misma calle es un mundo. Por lo tanto, aquí no funciona hacer un ‘copiar y pegar’». «Es muy importante hablar previamente con los negocios de la zona para consensuar una solución», afirma Molner.

«Primero se hace un estudio técnico para valorar cuál es el impacto de la modificación de esta calle. Y una modificación no tan sólo es un corte, sino también puede ser colocar determinados elementos que cambien la movilidad», explica la concejala de Convivencia. «A través de este estudio técnico se elabora una propuesta que se expone al gobierno y, si se acepta, se procede a explicarlo a la ciudadanía», detalla la concejala, que añade que «cambiar los hábitos es muy complicado, pero no imposible».

Vianalizar el Tomb de Ravals

Una de las dudas que a veces se plantea es si algún día el Tomb de Ravals quedará totalmente vianalizado. Por ahora, tan sólo se ha practicado con el arrabal de Santa Anna que despierta opiniones contrarias. Molner asegura que dependiendo del tramo los comerciantes casi no han notado ninguna diferencia o les ha afectado mucho. Guillem Barrabeig, técnico en formación para la movilidad segura y sostenible de la Escola de Conducció Jordi, defiende que, a pesar de las quejas iniciales, a día de hoy «hay un acuerdo generalizado que fue un acierto».

«Un proyecto que consideraría ambicioso por parte del gobierno municipal sería la vianalización de todos los arrabales. Esto aportaría muchos beneficios tanto con respecto a la contaminación y reestructuración de la oferta comercial», argumenta Barrabeig. Ante esta propuesta, la concejala Vázquez comenta que «creo que se está trabajando en otros puntos o medidas como la zona de bajas emisiones. Así que tenemos que ir paso a paso».