Cultura
Carles Porta visita Reus con la ilusión de seguir explicando historias
Algunos asistentes se tuvieron que esperar fuera durante el acto celebrado en la Casa Navàs y organizado por la librería Galatea
El periodista Carles Porta y reconocido por su trayectoria en el género del true crime visitó ayer Reus en un acto en la Casa Navàs organizado por la librería Galatea. El acto generó tanto interés que la Casa Navàs llenó el aforo y hubo gente que tuvo que esperar fuera. A pesar de los centenares de historias explicadas hasta ahora, la más reciente de todos es la del municipio de Tor con la muerte del propietario de una de las fincas privadas más grandes de Cataluña.
«Es un lugar difícil de acceder, tienes que hacer muchos kilómetros y la gente está muy dispersa. Tienes que tener mucha paciencia y persistencia», explica el periodista, que recuerda que «me he dedicado 27 años y a veces hay gestiones que no las esperas y suceden deprisa y otros que crees que serán fáciles y estás dos años para que te llegue un documento o alguien te coja el teléfono». Incluso, admite con una carcajada que ha llegado a ir y volver de Tor tantas veces que «si me pongo a contar seguro que he perdido pasta, pero de largo». Aún así, no parece representar un problema para Porta, porque «investigar da un placer increíble y después explicar es un complemento a este placer».
Sin embargo, por ahora Reus no está en la mira del especialista en el true crime catalán: «Seguro que hay alguna historia, pero hacemos tantas que yo me he perdido ya. Pero uno de los capítulos de Crims que haremos ahora será en los Pallaresos». Por otro lado, el autor del libro de Tor. Fuego encendido, se mostró con un tono irónico pero reflexivo durante el encuentro con los lectores. «El concepto true crime es el de un género narrativo con una vocación muy clara, que quiere ser una novela pero hablando de un hecho real. Os puedo decir que el 80% de las producciones que se hacen decir true crime, no lo son», aseveró.
A la vez, también confesó algunas interioridades: «Tienes que tener un respeto absoluto por todo el mundo, muchas historias no las hemos hecho para no hacer daño a los familiares de las víctimas, pero también hemos llegado a parar un rodaje porque hijos de los asesinos estaban en tratamiento psicológico y no son culpables de lo que hizo su padre».