Guillem Gisbert: «Muchas de las nuevas canciones habrían podido ser star en un disco de Manel»

Estrenaste Balla la masurca! esta primavera, así que has tenido tiempo de calibrar cómo está yendo este proyecto en solitario, que me imagino que era un reto personal y profesional.

«Estoy satisfecho. Después de trabajar tantos años con tres personas más y estar contento con los resultados, este proyecto ha supuesto volver a empezar y trabajar con otra gente. Ha sido un ir viendo cómo dar todos los pasos, desde la composición de las canciones hasta la producción y la preparación del concierto, sin ellos. Hasta ahora, hacer canciones quería decir hacerlas con Arnau, Martí y Roger, que son mis compañeros de Manel. Cada vez que había hecho una canción había pasado por ellos».

En Balla la masurca! encontramos a mucho del Guillem Gisbert que ya conocíamos, pero supongo que también has explorado nuevos caminos. ¿Transitabas hacia una dirección concreta?

«No. La gran diferencia en este trabajo, como te decía antes, ha sido trabajar con otras canciones, la manera como salían y los temas que tratan, habrían podido ser una canción de Manel. De hecho, cuando empecé a pensar algunas, con el grupo todavía no teníamos claro si seguiríamos un poco más o era el momento de parar».

Háblame de la banda que te acompaña en el escenario: Arnau Grabulosa al piano, Jordi Casadesús al bajo y Glòria Maurel a la batería.

«El disco lo he hecho con varios productores. Hay canciones que las produje con Jake Aron, que es un tio de Nueva York con quien ya habíamos trabajado con Manel. Después también está Anxo Ferreira, un chico gallego que también produce Sen Senra. Y, finalmente, hay tres canciones que las he hecho con Jordi Casadesús. A Jordi lo conocía de la época de La Iaia, porque con Manel habíamos coincidido. Siempre había pensado que era un muy buen músico y productor, así que lo fui a buscar para hacer Les Torres, Miracle a les Planes y Un home realitzat. También pensé que su perfil encajaba para que me acompañara en el directo. A Glòria y Arnau, en cambio, los conocí cuando el disco ya estaba acabado, fue en el momento de empezar a trabajar en el directo».

¿Ahora que el disco ya está publicado, te ha sorprendido el recibimiento o el camino que ha tomado alguna de las canciones?

«Sí, la que cierra el disco, que se llama Estudiantina, me la imaginé para ser cantada por una tuna. La quería arreglar para que sonara como la versión de Luna de Miel que canta la Gloria Lasso, que es una canción que, no sé por qué, siempre me ha gustado mucho. Pensaba que en los directos no la podríamos hacer, porque una formación de tuna no se puede reproducir, pero como el concierto es muy electrónico, pensamos que quizás estaría bien tocarla de manera muy acústica, con Arnau, Jordi y yo tocando instrumentos de cuerda, y la Glòria con unas castañuelas. Y, al final, hacemos esta cosa tan pequeña, acústica y orgánica en un concierto que es muy digital y programado, y nos está dando muy buenos momentos en la gira».

Hazme cinco céntimos de cómo será el concierto de Reus.

«Me ha pasado una cosa que me ha llevado a años atrás, cuando empezábamos con Manel. Al principio, sólo teníamos las canciones del disco y, por lo tanto, necesitábamos encontrar maneras de alargar el concierto, porque con once o doce canciones quedaba corto. Después, a medida que vas haciendo discos, vas acumulando repertorio, y entonces el problema es escoger lo que quieres cantar. Ahora, como la otra vez es el inicio de un proyecto, el concierto es la presentación de este nuevo disco, aunque lo acabo de completar con algunas versiones. Pero concibo la gira como de presentación de proyecto y de disco y, por lo tanto, el núcleo duro del espectáculo es Balla la masurca»!.