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Energía

Las torres del Pinar tendrían que desaparecer antes de que acabe el 2027 y costarán unos 3,6 MEUR

El Ayuntamiento de Reus aprobará mañana los convenios con Castellvell y Endesa para soterrar la línea

Fotografía de archivo de la línea de alta tensión a la altura de la avenida de las Torres, en la urbanización del Pinar.Gerard Marti Roig

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Las torres del Pinar están cada vez más cerca de desaparecer. El Ayuntamiento de Reus aprobará mañana, en Junta de Gobierno Local, los convenios con el consistorio de Castellvell del Camp —para regular la financiación que aportará cada parte— y la empresa e-distribución Redes Digitales (Endesa) para proceder con el soterramiento de las líneas de alta tensión Reus-Valls y Reus-Seròs en su paso por la urbanización. Castellvell del Camp ya completó el trámite en el último pleno.

Por su parte, Endesa, que se encarga de redactar el proyecto y ejecutará las obras, afirma que, «si todo va en orden» y no surgen impedimentos, la intervención tendría que quedar terminada antes de la conclusión del 2027. El Instituto Catalán de Energía (ICAEN) fijó el 2029 como límite. En estos momentos, se calcula que los trabajos tendrán un coste de 3,6 millones de euros, si bien la cifra todavía podría variar.

Habiendo recibido ya una subvención de 2.457.114 euros por parte del ICAEN, la capital del Baix Camp hará el seguimiento de unas obras que ejecutará Endesa. La alcaldesa de Reus, Sandra Guaita, expresa que «después de un año de trabajo intenso, estamos satisfechos de tener cerca la solución a una reivindicación histórica de los vecinos de la urbanización».

Su homólogo en Castellvell del Camp, Josep Manel Sabaté, explica que el siguiente paso será la firma simbólica «entre los alcaldes». «Si no pasa nada, ya se podrá hacer realidad», apunta. Fuentes de Endesa informan de que, con una firma del convenio que «parece que es inminente», el siguiente objetivo será acabar de redactar el proyecto ejecutivo, es decir, «definir cómo se hará todo».

Este proceso implica analizar los agentes del territorio, tanto administraciones públicas como particulares, afectados por el desarrollo de la iniciativa y solicitar los permisos pertinentes para llevarla a cabo. Con esto en las manos, se concretará el alcance definitivo de la obra «y, en consecuencia, qué coste tiene». Endesa recuerda que será la compañía quien ejecutará la actuación, «pero la sufragan las administraciones».

Una vez sobre el terreno, hará falta, en primer lugar, abrir una zanja y trazar la nueva línea que sustituirá la aérea. Una vez la línea soterrada esté completada y se compruebe que todo está en orden, se procederá a desconectar la aérea y entrará en servicio la subterránea. Las torres quedarían sin tensión.

El último paso será la retirada de los cables y el desguace de la estructura de hierro, las torres propiamente, con la correspondiente gestión de los residuos. Fuentes de Endesa confirman que, «si todo va en orden», la voluntad es que «todo esté terminado» antes de que acabe el 2027. El Ayuntamiento de Reus anunció en mayo que, después, ejecutará una pequeña intervención «para dejar acabada la avenida».

Reclamación vecinal histórica

El soterramiento de las líneas de alta tensión a la altura de la urbanización del Pinar es una reivindicación histórica del vecindario y un objetivo de la administración pública. El compromiso de retirarlas se estableció en el 2006, pero la crisis económica y la falta de acuerdo impidieron convertirlo en realidad. El presidente de la asociación de vecinos del Pinar, Anton Sotorra, comentó en mayo que se empezaba a ver «el fin de todo este trabajo hecho durante más de 50 años».

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