Música
Los discos de vinilo triunfan entre los jóvenes de Reus
Los Premios Fonograma reconocieron a cuatro tiendas de discos de Reus
Las modas son pasajeras y, a veces, vuelven. Las más típicas están relacionadas con la ropa, pero también con otros ámbitos como la música. No obstante, algunas modas no vuelven simplemente por un gusto vintage, sino porque todavía tienen alguna cosa que decir. Es el caso de los discos de vinilo que devuelven a codiciarse entre los más melómanos y, en contra de lo que puedan pensar algunos, no tan sólo es cosa de los nostálgicos más veteranos.
«El vinilo es el formato de moda entre la juventud, también entre la gente más mayor, pero si compra la juventud significa que no está desfasado en absoluto», explica Carlos Sorolla, propietario de la tienda Spook Records. Sorolla considera que «los jóvenes siempre han escuchado la música de una manera que no se puede tocar ni ver, así que ahora quieren coleccionar los discos de sus artistas preferidos y el formato más bonito es el vinilo».
Un pensamiento con el que coincide Lluci Rostre, propietario de la tienda de discos y discográfica, H-Records que cree que «la gracia es poder cogerlo, tocarlo y que te transmite no sólo la música, sino la parte gráfica del disco que no aporta el formato digital».
Además, Rostre también subraya que la afición a los discos de vinilo también supone un punto de encuentro y debate para los aficionados: «Una mañana en la tienda se juntaron cuatro personas de perfiles y gustos musicales totalmente diferentes y se pusieron a hablar entre ellos sobre los discos, los equipos de música y de todo».
No obstante, Rostre no atribuye este fenómeno tan sólo al coleccionismo, sino que «si tienes un buen equipo, el sonido del vinilo es mucho mejor que el del mp3 o escucharlo en Spotify». «El sonido del vinilo tiene unas frecuencias que no están recortadas, cosa que con el CD pasa y con el mp3 todavía más», argumenta.
Este auge del vinilo se ha traducido en una mayor demanda que en otro negocio de Reus, Qui’k Discs, ha supuesto que la Navidad del año pasado se hiciera más caja con discos de vinilo que con CD. «La gente pide de todo. Los clásicos de siempre como AC/DC, Nirvana o los Beatles que no morirán nunca y, después, artistas actuales que sacan su nuevo álbum en formato vinilo», explica Susanna Segura, copropietaria de Qui'k Discs.
Además, Segura también pone énfasis en el hecho de que no es tan sólo escuchar música, sino el cómo: Es como la ceremonia del té. Llego a casa, me relajo y me pongo el vinilo. Yo tengo una hija que tiene dieciocho años que nos dice que no la molestemos, se encierra en la habitación y se pone su vinilo de Harry Styles o de lo que sea. Eso no lo había hecho nunca».
No obstante, la principal desventaja del vinilo ante una suscripción mensual en una plataforma digital de música es que es más caro, pero la copropietaria de Qui’k Discs afirma que «la calidad no es la misma y muchos jóvenes lo ven. Muchos vienen ya habiendo escuchado el álbum y, si hay suficientes canciones que le gustan, se compran el disco de vinilo». Aún así, los discos de vinilo suponen una inversión a tener en cuenta antes de aficionarse.
Los discos nuevos tienen precios que rondan los 20 y 30 euros y otros que ascienden además. A la vez, un tocadiscos barato puede costar en torno a los 80 o 90, pero Sorolla recomienda que la gente se dirija a una tienda especializada para comprar un tocadiscos de calidad «para tener un buen sonido y evitar estropear el disco».
Premios Fonograma
El pasado mes de noviembre se llevó a cabo el Fonograma, la semana de la música creada en Cataluña, organizado por la Asociación de Productores y Editores Fonográficos y Videográficos Catalanes (APECAT). Este entregó varios premios en reconocimientos a las tiendas que todavía venden discos en Cataluña, mayoritariamente en Barcelona.
Entre estas había cinco de la demarcación de Tarragona, de las cuales cuatro ubicadas en Reus: Spook Records, Qui’k Discs, H-Records y Batabat. El propietario de H-Records asegura que se mostró contento al recibir el premio, ya que «es la primera vez que alguien reconoce alguna cosa en las tiendas de discos».