El Ayuntamiento de Reus estudia con la Generalitat la viabilidad de un nuevo CAP en la zona norte

El Ayuntamiento de Reus está actualmente en conversaciones con el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya para estudiar la viabilidad de abrir uno nuevo CAP en la zona norte de la ciudad. Así lo han confirmado fuentes del Ayuntamiento a Diari Més y aseguran que «el consistorio, como administración de proximidad para la ciudadanía, se está reuniendo con el Departamento de Salud de la Generalitat, que es la administración competente en la materia, con el fin de abordar esta cuestión aportando la mirada del mundo local con el fin de ajustarse mejor a la realidad de Reus». En el Plan de Acción Municipal (PAM) 2023-2027 aprobado por el gobierno municipal al inicio del mandato se recoge en el punto 1.7.2.1 estudiar la viabilidad de la construcción de un nuevo centro de atención primaria en el norte de la ciudad.

Por otro lado, el Ayuntamiento prevé aprobar el nuevo Plan de Salud el próximo año. El plan vigente es el previsto en el periodo de 2018-2022, el cual ha sido prorrogado hasta el año 2024. Según el punto 1.7.3.3 del PAM 2023-2027 el objetivo del Ayuntamiento era elaborar un Plan de Salud de Reus 2024-2029. Fuentes consistoriales lo justifican afirmando que la pandemia de la Covid-19 «impactó de lleno en el desarrollo y ejecución del nuevo plan ».

Plan de Salud 2025-2029

Con respecto al nuevo plan, desde el consistorio aseguran que «actualmente ya se han iniciado los trabajos de diseño del nuevo Plan planteado por el periodo 2025-2029», el cual califican de «continuista». Para la elaboración de este plan hay previstas seis fases enumeradas del 0 al 5 y, según el consistorio, actualmente se han abordado la 0, que corresponde a la revisión del plan anterior y contextualización del proyecto, y la fase 1, basada en la recopilación y tratamiento de datos relevantes de fuentes externas e internas.

Durante la fase 0 el Ayuntamiento llegó a diferentes conclusiones, como el Plan de Salud 2018-2022 ha sido «un instrumento innovador y ambicioso» y señalan la importancia de entender el plan como un «plan de ciudad» y no tan sólo una «herramienta departamental». A la vez, defienden que la «mirada intersectorial» del plan ha tenido un gran valor estratégico que permite «influir en ámbitos fundamentales para la salud», como las condiciones socioeconómicas, el entorno físico o la cohesión social. Así y todo, admiten que esta ambición «se convirtió en un reto significativo en su implementación, enfrentándose a varios condicionantes que limitaron el alcance y la efectividad final.»

De cara al futuro Plan el consistorio ya ha establecido tres propuestas. En primer lugar, centrarse en las actuaciones que el Departamento de Salud Pública pueda liderar directamente o tenga un papel activo, con el fin de garantizar su viabilidad. En segundo lugar, que las actuaciones se tendrán que acompañar de indicadores de seguimiento claros y mesurables para evaluar el progreso e impacto de cada acción, con la voluntad de reforzar la capacidad de análisis y mejora continua. Y, finalmente, establecer una mejor planificación y mecanismos de coordinación más robustos. En este sentido, fuentes del Ayuntamiento afirman que «la Mesa Intersectorial seguirá siendo un elemento clave, pero habrá que establecer mecanismos más operativos para fomentar la colaboración entre departamentos».