Movilidad
El gobierno reusense estudia crear aparcamientos disuasivos en los barrios de la Pastoreta y Fortuny
También continúa la búsqueda de terrenos idóneos en el este y el norte, mientras encauzan el final las obras junto al Santuari
Con la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en las puertas de su implantación —se encuentra en fase de exposición pública—, el Ayuntamiento de Reus trabaja para facilitar la transición hacia la movilidad sostenible.
«Todos nuestros esfuerzos se centran en potenciar la Ganxeta, el autobús urbano, los aparcamientos disuasivos gratuitos y el despliegue de parkings soterrados para tener una red pública con más capacidad», señala al concejal de Vía Pública y presidente de Reus Mobilitat i Serveis, Daniel Marcos.
La búsqueda de solares para habilitar más plazas para dejar el vehículo particular es una de las grandes prioridades del equipo de gobierno, tanto pensante en los vecinos como en los visitantes que necesiten estacionar. Si ya había anunciado que quería crear aparcamientos disuasivos en el norte, el sur, el este y el oeste, Marcos concreta que se están «dibujando» sobre el mapa dos espacios más hacia la parte meridional de la ciudad.
En concreto, el edil apunta que, «seguramente», uno estaría en el barrio Fortuny y, el otro, en el área de la Pastoreta. «Estamos haciendo un análisis de las zonas porque son barrios densos y vigilando que después puedan hacer la función de dejar el coche fuera de la ZBE», precisa Marcos.
En el caso del barrio Pastoreta, el espacio estaría junto a la avenida de Sant Bernat Calvó, detrás de Autorecanvis Enric, y la actuación consistiría en actualizar y acondicionar un terreno que actualmente los vecinos ya utilizan para dejar sus vehículos. «Lo estamos mirando para dejarlo en condiciones; queremos darle seguridad y que sea accesible», comenta.
A principios de diciembre, el Ayuntamiento dio el pistoletazo de salida a los trabajos de acondicionamiento de un terreno en torno al Santuari de Misericordia para habilitarlo como aparcamiento disuasivo.
El edil comenta que a finales del presente enero se tendría que inaugurar el espacio, que permitirá dotar la ciudad de 132 plazas adicionales, de forma que se llegará a las 747 con cinco lugares diferentes. A continuación, los ojos se fijarán en el barrio de Mas Iglesias.
Una vez acaben las obras de la nueva estación de Bellissens, que tendrían que estar terminadas en el 2025, se pondrá al día, con puntos de luz y mejorando los accesos y la seguridad, un solar en la calle de Jaume Vidal i Alcover que ya se utiliza para dejar los coches particulares. En la actualidad, se utiliza la mitad de su capacidad, pero la idea es ampliarlo a la totalidad de la superficie disponible.
En paralelo, «acabamos de cerrar la parte este, de Jardines de Reus», comenta Marcos. Es una zona «muy colapsada y con una situación para aparcar complicada», reconoce el concejal. «Acabamos de analizar una ubicación, a ver si salimos adelante», desea. Los cuatro puntos cardinales se completarían en el norte, donde también se está estudiando dónde se tendría que situar un futuro aparcamiento disuasivo.
Marcos subraya también que, el 30 de enero, el servicio de bicicleta compartida de Reus, la Ganxeta, celebrará su primer año en circulación. La voluntad municipal es ampliar la red hacia la periferia. «Si vamos a parar a más barrios, tendremos más usuarios que se añadirán a la Ganxeta y que posiblemente dejarán el coche para hacer desplazamientos por la ciudad», apunta al concejal. Adicionalmente, recuerda que se comprarán nuevos autobuses y que se ampliará el servicio a demanda, el Bus x tú, en los polígonos y el sur.