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Entrevista

Jaume Blanc: «Nos olvidamos de la gente pobre y en riesgo de exclusión que no tienen acceso a la cultura y la cultura es imprescindible»

El cantautor reusense, conocido como ‘El Toubab’, reflexiona sobre la presión dentro de la industria de la música, la accesibilidad a la cultura y los beneficios de escribir un diario

Jaume Blanc, cantautor reusense conocido como ‘El Toubab’.Gerard Martí

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Eres cantautor y has viajado por muchos países y, finalmente, escribiste el libro Vagabundeos. Extractos de mis diarios. ¿Qué te motivó?

«No fue una decisión premeditada. Yo en todos los viajes que he hecho siempre he tomado un cuaderno y he escrito diarios, pero nunca los había revisado. Cuando fue la pandemia un día me puse a ordenar cosas en casa y vi los diarios. Los hojeé y lo encontré interesante. Empecé a poner orden, a escribirlo y vi que podía quedar una cosa bonita si encontraba un hilo conductor».

¿Cuántos años hace que escribiste estos diarios?

«Hay diarios que quizás les escribí en 2002 o 2004, en la época en qué formaba parte de un grupo, Presidents, y hacíamos varias giras. Hay otros que los escribí durante los viajes a Senegal el año 2007 y adelante. Y después diarios que he escrito en mi última etapa como el Toubab a partir del 2012. He cogido mucho de estos últimos y alguna pincelada de los más antiguos para hacer el libro».

¿Te sorprendiste cuando leíste lo que escribía Jaume hace diez o veinte años?

«Mucho. Te das cuenta de que has cambiado. En los primeros diarios con el grupo se ve un Jaume joven que ahora mismo incluso me cuesta reconocer. Había muchas cosas que había olvidado y me hizo darme cuenta de la importancia de escribir las cosas, porque tú puedes tener un recuerdo de cómo fue una cosa y que no fuera así. Con un diario todo es real, porque es lo que sentiste en aquel momento».

¿Recomendarías a la gente escribir diarios?

«Sí, pero es cansado, sobre todo si vives una vida intensa. Hay viajes en los cuales llegas agotado a la cama y es difícil ponerte a escribir. Lo más fácil es dormir y no hacer este sobreesfuerzo, pero con el tiempo es bonito leerlo y lo recomiendo porque es terapéutico».

¿Cómo un reusense acaba viajando a tantos países?

«Un poco de la misma manera que el libro, por azar y dejarme llevar. Desde pequeño me ha gustado mucho viajar y conocer culturas y entonces lo hacía con Tintín que me hacía volar la imaginación. Por otro lado, entrar con un grupo hace que viajes mucho, pero cuando nos desgastamos y nos separamos coincidió con el primer viaje a Senegal y pensé que era el momento adecuado, porque yo estaba muy quemado con la industria de la música y en Senegal volví a sentir mis orígenes, de la gente haciendo música para divertirse. También fui a Berlín donde empecé a tocar en la calle y resucité, porque mucha gente pasa por delante tuyo y no te hace caso, pero siempre hay alguien dispuesto a conectar contigo».

¿La industria de la música desgasta tanto que hace que dejes de disfrutar de la música?

«Sí, porque la industria te empuja y te atrapa. Cuando empiezas con un grupo, grabas un disco y te empiezas a mover la industria te presiona para que te superes constantemente. Entonces, tienes que grabar un disco mejor, con mejores canciones, necesitas un presupuesto más alto, y todo eso desgasta también porque te pones unas expectativas que quizás no acabas cumpliendo. Y después, nos olvidamos de la gente pobre y en riesgo de exclusión social que no tienen acceso a la cultura y la cultura es imprescindible. También para gente privada de libertad, he tocado en prisiones y ha sido muy impactante».

¿Cómo es dar un concierto en una prisión?

«Es de las cosas más difíciles que hay. Recuerdo que con 21 años, por el año 96, fui a tocar a la Model de Barcelona. Cuando estuve allí lo primero que pensé es qué hacía allí, porque allí había lo mejor de cada casa. Pero me pregunté; ¿quiénes son esta gente que hay aquí? Dejando al margen violadores y delitos de sangre, el preso común son personas de clase trabajadora que viven en barrios complicados. Son gente con pocas oportunidades, pocos recursos y una vida difícil. La prisión sólo sirve para poner a la gente que ha robado una gallina. Yo me siento identificado con esta gente, porque en momentos complicados de mi vida también podría haber acabado allí. Todos estamos a un día malo de cometer un error».

Asociación La Veu entre Cultures

El artista conocido como el Toubab, junto con el músico senegalés Ravan Diallo, impulsó la asociación La Veu entre Cultures, una entidad cultural y musical sin `ánimo de lucro que quiere desarrollar proyectos de cooperación con `África, con el objetivo de convertirse en un puente entre Reus y Senegal.
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