Una familia de Reus se siente desatendida por el sistema de atención a la salud mental

Una familia de Reus denuncia sentirse desamparada por el sistema sanitario y, en concreto, por la atención a la salud mental que se presta al territorio. Lo hace después de presenciar la situación que sufre una sobrina, una mujer de 25 años, víctima de maltratos y abusos desde los 13, con episodios de ansiedad y depresión, problemas de drogodependencia y que llegó a solicitar el ingreso voluntario en el Instituto Pere Mata.

La familia empezó a implicarse activamente en la situación después de que la sobrina les pidiera ayuda para escapar de su entorno habitual, de «la zona de consumo y la problemática familiar». Era el verano del 2024. Los informes médicos mencionan que la joven afirmaba haber presentado episodios de ansiedad, insomnio, abandono del cuidado personal e ideaciones suicidas y autolesivas, una sintomatología que aumentaba cuando no consumía.

Llegó a pedir el ingreso a Pere Mata, pero, en la mayoría de ocasiones, después de la entrevista y la valoración, se le daba el alta con un plan de medicación, habiendo visto que estaba «abordable y colaborativa». «La única solución que te proponen es que te la lleves a casa con una medicación pautada, sin diagnosticar su problema de salud mental, ni ver cómo tiene el hígado, el corazón o los pulmones, porque sólo la tipifican de drogodependiente», lamentan los familiares, que se atreven a hablar de «negligencia».

La mujer empezó seguimiento en el CAS de Tarragona —donde se atienden personas con problemas por consumo de drogas—, pero «no le iba bien, salía de allí todavía peor». Ha tenido tres intentos de suicidio desde agosto hasta ahora y ni así la han querido ingresar; ni el hospital —tanto en Reus como en Tarragona—, ni su centro de salud de referencia, ni Pere Mata han hecho nada para facilitar su ingreso», critican.

Consultadas al respecto, fuentes del Instituto Pere Mata, la referencia en psiquiatría en el territorio, comentan que «no podemos dar información de un paciente» y que «tenemos que confiar en el criterio médico».

La familia apunta que algunas veces «nos han dejado entender que quizás están muy saturados». Por todo ello, pide «que se creen centros nuevos y se ayude a descongestionar el sistema sanitario». Menciona que en los hospitales «no hay suficientes profesionales que se especialicen en la salud mental». Además, señala que «no es sólo ella, sino que hay mucha más gente con la misma problemática».

Ante este contexto, expresa que «sólo queremos que la valoren» y «que se legisle para asegurarnos de que estas personas reciben una atención como merecen, que no se las abandone, que no sea pagar o morir». «Hay muchos edificios que están vacíos, y chicos que se marchan a trabajar fuera; con todo eso, podrían abrir centros sanitarios», concluye.

Hay que recordar que, en Reus, el Servicio de Orientación y Atención al Bienestar Emocional y Mental (977 010 679) ayuda a las personas que necesitan una mano para mejorar su bienestar emocional. En España, está activa la línea telefónica de atención a la conducta suicida (024).