Reus
Nace Som Heura para dignificar la convivencia con el cáncer y renovar el imaginario colectivo
La entidad reusense quiere acompañar a las personas, sea cuál sea su rol, e intentar ganar calidad de vida
Actualizar cómo se vive y se ve el cáncer. Es la gran voluntad de Som Heura, una entidad sin ánimo de lucro que nació para dignificar la convivencia con enfermedad. Y es que con el cáncer se convive toda la vida. «Si mueres un año después del diagnóstico, has vivido el año de vida con el cáncer, sin embargo, si te cuidas y vives 50 años más, este tiempo también convives, porque hay revisiones, afectaciones, secuelas», apunta uno de los impulsores del proyecto, Edgar Fernández. Y no sólo aquí. «El universo del cáncer es mucho mayor: cuidadores, amigos, compañeros de trabajo, parejas, familia, también conviven con la enfermedad», reflexiona.
Fernández comenta que después de la detección del tumor, que cada vez están más diagnosticados y, también, en personas más jóvenes, hay «mucha vida», pero que la gestión de su impacto «se acaba resumiendo a título individual, privado e íntimo». «Creemos que no tendría que ser así», considera. El coordinador de Som Heura vivió el cáncer de bien cerca a través de sus padres. «Ves la afectación que tiene en el día a día, en las familias, en las relaciones, y es muy difícil de gestionar», apunta. Con la entidad, se quiere «acompañar a las personas, sea cuál sea su rol, actualizando el imaginario que hay, e intentar ganar calidad de vida, durante el tratamiento, pero también después».
Subraya que «no sustituimos nunca el sistema público de salud», sino que se busca «complementarlo para mejorar la calidad de la vida de la gente». Som Heura facilita el contacto de las personas que tienen que convivir con el cáncer con fisioterapeutas, psicólogos, nutricionistas o juristas. «Hemos ido a buscar qué puede necesitar la gente que no ofrece el hospital», valora Fernández. Som Heura cuenta, además, con colaboradores, especialistas en alguna cuestión concreta, y voluntarios, «que están a disposición de lo que convenga», sea ayudar a hacer la compra, cocinar la comida de pacientes oncológicos o acompañarlos a la hora de someterse a las sesiones de quimioterapia y pasar tiempo con ellos. «Más allá de la parte profesional, la humana es muy importante», destaca. Y la idea es que estos servicios sean gratuitos. «Queremos que todo el mundo lo tenga garantizado: no puede ser que alguien tenga dolor o no coma bien por falta de recursos económicos», asevera. También ayuda a crear red y, de hecho, su lema es Xarxa i vida davant el càncer.
La entidad es sin ánimo de lucro y todo el dinero que obtiene lo revierte en el mismo proyecto. Para recaudar dinero, está la opción de hacer una donación o convertirse en un mecenas, comprar merchandising solidario o participar en las actividades que se programan. La información está accesible en la web somheura.org. «Tanta gente haya, tanta necesidad haya, tanto haremos», señala el coordinador.
Uno de los factores que acostumbra a parecer banal, pero que Som Heura considera prioritario, es el lenguaje. Por una parte, toca romper tabúes. De la otra, con la covid, quedó patente que se acostumbra a utilizar terminología belicista. La pandemia era un enemigo que se tenía que combatir. Tocaba ir contra él. «No puede caer todo en la responsabilidad individual ni que la perspectiva sea de ganar o perder», apunta el miembro del grupo impulsor. Y menos todavía cuando toca convivir con él. Se tiene que cambiar el lenguaje.