Diari Més

Historia

La librería de Isidre celebra el 60.º aniversario

La Librería Gaudí de Reus abría sus puertas un 13 de febrero de 1965 en la calle de la Galera para vender libros y discos en catalán

Montsant y Aràntzazu Fonts Pallach, con las dos dependientas de la librería, Maria Moncusí y Neus Pino.Gerard Martí

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Desde el primer día que la Librería Gaudí abrió puertas a Reus, a su escaparate sólo se exponen libros en catalán. Han pasado sesenta años desde que el establecimiento se puso en marcha, y este compromiso con la lengua y la cultura en catalán se mantiene intacto. Detrás del mostrador, ahora están la Montsant y el Aràntzazu, que mantienen vivo el legado y el espíritu de la librería que abrió su padre, Isidre Fonts Masdeu.

«El año 1962 había nacido Ediciones 62 y, por aquella época, también se había puesto en marcha la discográfica Edigsa, que publicaba discos en catalán. Conscientes de que en el mercado no había espacios donde vender aquel material, un grupo de gente decidió formar a una sociedad e invertir dinero para abrir librerías.

En Reus, fue la Librería Gaudí, y el padre fue escogido para hacer de dependiente», explica la Montsant. El comienzo, explica, fue duro: «Había policía casi en cada esquina, el padre estaba fichado y sabían que tenía contactos, y si vender libros en catalán era difícil, en este contexto todavía más: como a quien dice, cuándo veían salir a alguien con un libro bajo el brazo, lo paraban en la esquina».

A principios de la década de los setenta el negocio no acababa de funcionar, pero Isidre se lio la manta a la cabeza y decidió quedarse la librería –y la deuda– y convertirse en propietario. Lo hizo con su mujer, Maria Pallach i Estela, que era bibliotecaria y venía de una familia de encuadernadores y, por lo tanto, también con mucha tradición de libros. «I, desde entonces, aquí estamos», afirma la Montsant.

Durante seis décadas, la librería se ha mantenido, inalterada, en el mismo lugar y defendiendo los mismos valores fundacionales. También ha mantenido a muchos de los clientes que la vieron nacer o que se han ido sumando con el tiempo. «Tenemos una clientela muy buena y con un poco de todo. No todos son catalanohablantes ni todos buscan literatura catalana, es variada», asegura la librera.

En un momento de apertura de nuevas librerías en la ciudad y de competencia feroz de la venta por internet, la clave para fidelizar a la clientela, asegura la Montsant, ha sido «dar muy buena atención al cliente y ser muy ágiles cuando se hace un pedido, en más de utilizar las nuevas tecnologías para comunicarnos».

También lo ha sido el compromiso con las entidades culturales de la ciudad: «Hoy día el modelo de librería está cambiando un poco, los negocios se están redefiniendo y se programan muchas actividades. Pero Reus tiene unas características un poco diferentes, porque su tejido cultural siempre ha funcionado mucho. En el Centro de Lectura nadie le tiene que decir cómo hacer una presentación, porque hacen muchísimas. Se hacen también en el Círcol, en el Archivo, en las Bibliotecas, en Carrutxa, en el Centro de Amigos de Reus... y seguro que me olvido sitios. Y a nosotros no nos hace nada ir con nuestra carretilla arriba y abajo a vender los libros».

Otra tendencia con la cual coinciden muchos libreros es el volumen desbordante de libros que se publican cada año: «Es una locura, y provoca que los libros duren muy poco, uno acaba tapando el otro. Y no es por falta de espacio, todo el espacio que tuviéramos, lo llenaríamos. Piensa que al día siguiente de Reyes ya nos llegaron cuatro cajas de novedades. Si justo habíamos cerrado la campaña de Navidad»!.

Con respecto a otro fenómeno reciente, la compra de librerías por parte de grupos editoriales, la Montsant se mantiene prudente. «Me falta información», asegura, a pesar de afirmar que experiencias pasadas con la compra de distribuidoras han sido «un desastre». ¿Y el futuro de la Gaudí? «Eso sí que no lo sé. Nosotros empezamos a ser grandes, eso está abierto».

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