Los Siete Pecados desatan el desenfreno y se preparan para invocar el Espíritu Carnavalesco

La lujuria, la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia son los siete pecados capitales. Son vicios que toda persona de bien tendría que evitar; tentaciones viles. En Reus, sin embargo, han conseguido deshacerse de las cadenas y salvar en su aire; hacer lo que los eructa. Tienen el objetivo de invocar al Rey Carnestoltes y nada, ni nadie, lo podrá evitar.

Desde el Campanaret, la comitiva salió para extender el desenfreno. Desvergonzados como ellos solos, los siete pecados se enfrentaban con los dóciles curiosos que querían saber qué se escondía bajo sus máscaras; entraban en tiendas para causar fechorías de las suyas y llevarse un presente. Trapelles, causaron el delirio en las calles del centro, acompañados del grupo Staccato. 

La jugada les salió a la perfección: consiguieron seducir a los reusenses, que se han convertido en fieles seguidores, y, esta noche, justo en medio de la plaza del Mercado, invocarán el Espíritu Carnavalesco, ansiosos de presenciar el pregón de Su Majestad. Antes, sin embargo, los ciudadanos de Reus tienen otra cita pendiente. A partir de las 11 horas, en el Mercado Central, se ofrecerá una degustación de butifarra de huevo tal como manda la tradición, gentileza de las charcuterías y charcuterías de la zona. Y a las 15 h. en el convento de las Clarisas, se hará una ofrenda de huevos a Santa Clara para que durante los días de Carnaval reine el buen tiempo y la alegría.