Urbanismo
El futuro de las naves de Virginias: «Escucharemos lo que puedan decir el Ayuntamiento y los promotores»
Con la marcha de la marca en el polígono Nirsa, la propiedad estudiará qué hacer con el espacio
Fotografía aérea de los terrenos ocupados por el centro productivo de Virginias en el paseo de Sunyer, con la calle del Matadero dividido
Virginias ya ha empezado el traslado de su actividad productiva. Acrimont Foods, la sociedad que en la actualidad hay detrás de la marca, está vaciando las naves del paseo de Sunyer y preparándose para la inauguración de su nuevo centro de trabajo en el polígono Nirsa de cara a la primavera.
Más allá del movimiento estratégico, la operación dejará en el recuerdo el aroma dulce que ha impregnado el entorno durante décadas. En paralelo, la propiedad analizará «las alternativas que tenemos». Escuchará «lo que puedan decir el Ayuntamiento y los promotores» y, entonces, «nos tendremos que decidir».
Una de las opciones que hay sobre la mesa es construir un bloque de pisos. La propiedad apunta que podría ser una promoción «de 50 o 60 viviendas», pero subraya que «no la haremos nosotros ni mucho menos, no somos del sector». Asimismo, añade que si el Ayuntamiento quiere hacer alguna cosa, podemos hablar.
Es consciente que el consistorio necesitaría «tiempo» y «nosotros estamos dispuestos a esperar, no hay problema». Por ahora, tampoco se tiene un tiempo predeterminado para tener terminada cualquier operación, «porque tenemos que asegurarnos». Sea lo que sea, «llegaremos a un acuerdo, seguro», cierra.
Les centenarias naves en principio no se conservan, cree la propiedad. Así y todo, expresa que estaría «encantada» si el promotor privado o el Ayuntamiento ofreciera conservar algún elemento identificativo, como podría ser una parte de un muro o la fachada. «Sería una buena opción», contempla.
La propiedad añade que el proceso se completará con la prolongación de la calle del Matadero, que se unirá finalmente con la avenida del Doctor Vilaseca. «Están hechas cuatro quintas partes y falta sólo una, la que pasa por casa nuestra,» comenta la propiedad, quién añade que la cesión de la vía «forma parte de las condiciones de urbanización» y que «para tener la licencia de obras, tienes que hacer la calle». También se tendrá que preparar «un trozo de zona verde». «Quién construya, tiene que tener la responsabilidad de hacer eso», detalla.
Seguir creciendo
Con el adiós de Virginias, la propiedad asegura que «sabe muchísimo grave» y rememora las décadas de historias compartidas, como las celebraciones de Navidad a la fábrica.
El director de operaciones de Acrimont Foods, Víctor Segú, explicó en su momento que el traslado hacia el polígono Nirsa permitiría mejorar «la eficiencia y la logística», reducir «los costes internos» y «seguir creciendo», ya que, en las históricas instalaciones del paseo de Sunyer, teniendo en cuenta el emplazamiento, es «complicado» aumentar en dimensiones.
«Como sociedad, queremos seguir creciendo en el sector de los turrones y el chocolate y tener más capacidad productiva», afirmaba. Según el proyecto ejecutivo, con el traslado, Acrimont Foods «quiere seguir mejorando y reformulando los productos que ofrece, así como seguir innovando en las diferentes gamas de chocolates y turrones, como la producción más artesanal de la marca».