Los halógenos dejarán de venderse a partir del 1 de septiembre

Primero fueron las bombillas incandescentes y ahora, los halógenos. Este tipo de luces ha empezado el camino hacia su desaparición. Y es que una normativa de la Unión Europea prohibirá a partir de este jueves, 1 de septiembre, la comercialización de este tipo de focos, que se utilizan habitualmente en tiendas, espacios exteriores. El objetivo de este cambio es fomentar el uso de las bombillas de bajo consumo y de las led, que son mucho más eficientes energéticamente. La extinción de este tipo de iluminación se llevará a cabo en dos fases. La primera, que empieza este jueves, en la cual los únicos afectados son los focos halógenos. Y la segunda, que suprimirá las bombillas halògenes más características de las viviendas, a partir del 2018.

La directriz europea se enmarca dentro del fomento de un nuevo modelo energético, que quiere impulsar la reducción del consumo y de emisiones de CO2. De hecho, los focos y bombillas halògenes pierden un alto porcentaje de energía en forma de calor. Eso hace que en época de verano, se sobrecalienten las viviendas y se requiera de más refrigeración mediante el aire acondicionado, cosa que supone un consumo mayor y una factura de luz más cara.

Ahora los halógenos seguirán el camino empezado por las bombillas incandescentes en el 2012, cuando quedaron prohibidas, después de 133 años iluminando casas y negocios de todo el continente.