Zamparse la Navidad haciendo la vuelta al mundo con los platos más típicos de los cinco continentes

La sopa de galets, la escodella, los canelones, el marisco, los barquillos y los turrones son algunas de las comidas que llenan las mesas de nuestra casa por Navidad. Ahora bien, aunque la fiesta se celebre por todo el mundo, la gastronomía que lo acompaña cambia radicalmente en función de cada país. Así pues, hay una gran variedad de recetas típicamente navideñas que combinan su carácter festivo con las características culinarias de cada lugar del mundo.

Europa

El pavo relleno es uno de los platos estrellas en la mayoría de los países anglosajones, como Reino Unido o Irlanda, en la cena del día de Navidad. Es tradición que pasen todo el día preparando el relleno y cocinándolo todo al horno. Con respecto al primero, cada familia tiene su receta, pero es habitual que lleve castañas, pan, hierbas aromáticas y cebolla. Se acompaña de jamón al horno, col lombarda, salsa de arándanos, patatas al horno y coles de Bruselas.

Otra ave, el pato, es uno de los indispensables en los menús de navidad franceses. Los galos también comen otras delicias gourmet como el foie, el salmón o el bûche de Noël, un pastel de chocolate que imita un tronco. En Italia, la pasta tiene un protagonismo especial, incluso para Navidad. En Génova, se acostumbra a comer los tortellini in bordo (tortellini con caldo). Se puede decir que sería el equivalente a la sopa de galets típica catalana, aunque el sabor no se parece. Los dulces también están presentes en las fiestas italianas con el famoso panetone y con el monte bianco, unos postres hechos con castañas.

América

La fusión de culturas es el rasgo característico que define la gastronomía navideña en muchos países del continente americano, especialmente en la América Latina. Uno de los ejemplos más claros lo encontramos en el Brasil. La cena de la Nochebuena, llamada Ceia de Natal, está presidida por un pavo, con arroz con pasas, huevo hilado y farofa (harina de mandioca). La fruta es otro elemento imprescindible. Y es que hay que tener en cuenta que es verano en el hemisferio sur. Aun así, dejan espacio para los dulces más copiosos. De hecho, dos de los más tradicionales son el panetone y el stollen, un pastel alemán parecido al plum cake. En Colombia, el dulce de leche, los buñuelos de queso, las empanadas, las natillas —que las preparan con fécula de maíz y caña de azúcar— y la marranada —similar a la matanza del cerdo española pero preparada a base de fritanga- son las comidas más típicas de estas fechas.

África

Las celebraciones en África tienen mucho de la gastronomía propia de cada país. En Etiopía, las especias se llevan el protagonismo gracias a un plato denominado wat, que lleva carne sazonada y verduras y que se sirve con un pan sin fermentar, injera, que sirve de cuchara a la hora de coger el resto de ingredientes. Por su parte, el pollo o el cerdo y el arroz son los platos principales en una jornada marcadamente familiar. El pollo se prepara de varias maneras: Akoho sy Voanio —pollo estofado con coco— y Akoho misy Sakamalao —pollo con ajo y jengibre.

Asia y Oceanía

La nilagang, una sopa tradicional de ternera o pollo, similar a un estofado, es la comida tradicional de la Nochebuena en Filipinas. En Australia, donde también es verano, las barbacoas sustituyen los tradicionales asados. Así pues, es de lo más común comer carne o marisco hecho a la brasa en el jardín o en la playa. Con respecto a los dulces, el pastel Pavlova es uno imprescindible en las Navidades en las antípodas.