Una vaca se hace famosa en Holanda después de huir del matadero
El movimiento de solidaridad permitió reunir casi 50.000 euros para comprar la vaca a su criador y le aseguró una jubilación feliz
Una vaca consiguió huir a través de un bosque de Holanda cuando iba a ser sacrificada en un matadero. El animal muy asustado vivió un mes refugiado en el bosque consiguiendo evitar ser capturada. Ahora una oleada de solidaridad entre los holandeses ha conseguido salvarla.
La historia de este vacuno de piel rojiza conmovió en todo el país, que se lanzó a las redes sociales para mostrar su apoyo para evitar el final a la cadena alimenticia. Acto seguido, fue un partido político animalista quien inició una campaña de financiación participativa.
Miles de holandeses decidieron reunir fondos para ofrecerle a la vaca Hermien una jubilación tranquila y segura en un refugio que acoge a los animales que se acerca al final de su vida.
«Debió vivir un momento de estrés y de miedo al ver el camión que iba al matadero. Desde entonces no hemos conseguido atraparla», explicó a l'AFP el veterinario Edo Hamersma.
Hermien no huyó sola sino con una compañera que no fue tan afortunada y fue atrapada cuando iniciaban su huida por el este de Holanda. Hermien, ya sola, visitó discretamente a las noches los establos vecinos en busca de alimento.
En Twitter surgieron etiquetas como #YosoyHermien, #GoHermien, #Mekoe(literalment "yo vaca", en referencia al #MeToo)per salvar al "heroico" vacuno, de tres años y medio.
El movimiento de solidaridad permitió conseguir 50.000 euros por poder adquirir la vaca a su propietario y trasladarla al refugio donde|dónde viura sin el riesgo de ser sacrificada.
La huida de una ternera en Cataluña en el 2016
En el 2016, una vaca intentó escapar del matadero de Mercabarna. El animal, procedente de una granja de Lérida, se escapó al bajar del camión cuando iba a ser trasladada para su sacrificio. Consiguió incluso escapar del recinto al estar una puerta abierta a la zona a cuadros por tareas de limpieza. El animal, que pesaba unos 500 kilos, intentó huir del matadero. Su final fue bien diferente al de Hernien y, a pesar de la reivindicación de muchas asociaciones, una veterinaria del Zoo se trasladó hasta el lugar y le inyectó un tranquilitzant. En el mismo aparcamiento se le suministró una inyección letal.