La historia del galgo KO o los robos de perros en el Camp de Tarragona

La historia de KO, un galgo rescatado por la asociación Galgos 112 , hace tres años y adoptado por Lourdes desapareció en Santes Creus a principios de febrero, estando en el exterior de su casa. La asociación y su adoptante Lourdes se movilizó y empapelaron la zona con más de 800 carteles. Muchos voluntarios lo buscaron y incluso utilizaron un dron para peinar la zona y buscar el perro. Ni rastro de KO. Nadie lo había visto. En las perreras de la zona no estaba. Movilizaron las redes. Ninguna pista. Así pasaron los días hasta que de sopetón recibieron una llamada. Una persona había encontrado el perro a Sant Pere i Sant Pau. Apareció sin su placa pero en buenas condiciones.

Fàtima Ruiz, coordinadora de la entidad en Tarragona tiene la sospecha de que fue un robo «por diferentes indicios creemos que lo cogieron para utilizarlo como perro de caza pero como el KO no servía finalmente se deshicieron de él». Fàtima recomienda que los propietarios «tengan mucho cuidado siempre con sus perros, se siguen robando, un ejemplo es el de KO que al final han tenido buena suerte pero por desgracia otros no la tienen y no se encuentran nunca».

Los robos de perros están al orden del día. Este fenómeno no es de ahora sino que ya hace años que entidades protectoras detectan esta problemática en Cataluña, y Tarragona no se libra. Los motivos de los robos son diversos. Jaume Junque, presidente de la asociación Taracosbull, dedicada a la protección de perros considerados Potencialmente Peligrosos apunta que tienen constancia que se roban perros. «Últimamente, son casos de robos en casas donde además de los objetos que roban aprovechan y se llevan el perro para sacar filón con el tema de la cría». Junque entre las recomendaciones que hace para disuadir a los delincuentes «desde mi experiencia recomiendo chipar al perro pero también esterilizarlo y además, notificarlo de alguna manera, en el collar por ejemplo, con el fin de disuadir a los cacoss».

Los perros robados más potentes pueden venderse para peleas mientras que los pequeños se utilizan como sparring o de víctima para que entrenen los perros de pelea, la mayoría acabando malheridos o muertos. Junque asegura que a pesar de que últimamente tienen la impresión que se han reducido los puntos donde se hacen peleas de perros «en el Campo de Tarragona todavía se dan y el problema es que los recursos que se destinan a perseguir este delito son muy limitados».

Un gesto que es habitual ver entre los propietarios, es dejar el perro atado cuando entramos a comprar un segundo en un establecimiento. Este gesto al cual no le damos importancia es a menudo el tiempo suficiente para que las mafias puedan coger el perro y hacerlo desaparecer. Los ladrones de perros suelen ser bandas organizadas aunque también gente aficionada que los cogen «para apostar cuatro duros en un polígono o un parque». Otro escenario de robo son los parques donde se pueden ver perros desatados. Las mafias a veces utilizan hembras con el celo para atraer los machos.

Entre las recomendaciones para evitarlo es no dejar el perro atado fuera de las tiendas o establecimientos. Si tenemos el perro en el jardín o terraza sin supervisión, asegurarnos de que no se puede acceder fácilmente desde el exterior. Siempre poner chip identificativo y denunciar rápidamente ante la desaparición a Mossos de Esquadra y Guardia Urbana.

En el 2016, en Reus, Bajo el nombre Asociación Nut. Búsqueda y rescate. se creó una plataforma de particulares para abordar esta problemática, surgida a raíz de desapariciones de perros extrañas circunstancias en el cuello en la riera de Maspujols.