Los collares de pinchos para perros ya están prohibidos en Tarragona

Los collares de pinchos son aquellos que se utilizan, teóricamente, para evitar que los animales tiran de la correa y se frenan. Han sido siempre muy polémicos encontrando detractores y personas que aseguran que les funciona. Se trata de un collar que produce dolor o molestias y de esta manera los animales no tiran tanto. La realidad es que sí produce dolor o molestias sino el animal no dejaría de tirar.

Son muchos los expertos que apuntan que un paseo con este artículo puede generar ansiedad por partes iguales. El perro no disfruta del paseo ni aprende a pasear sin tensión. Los collares de púas pueden dar lugar a efectos secundarios tales como la depresión, la agresión redirigida, el deterioro de las relaciones sociales.

En ciudades como Barcelona ya hace años que están prohibidos. Ahora, en Tarragona, con la nueva ordenanza tampoco están ya permitidos. En particular, el artículo 36 de esta normativa apunta que «están prohibidos los collares estranguladores y eléctricos y con elementos punzantes o cualquier otra que afecte al bienestar del animal.»

Además, se apunta que animales tienen que andar por la calle «ligados mediante una correa o cadena y llevar collar con una placa identificativa con su nombre y los datos de la persona que es propietaria o poseedora».

Existen alternativas mucho más benévolas para la salud de nuestro perro que tienen la finalidad de reducir su fuerza cuando salís a pasear. Es el caso de los collares Halti y Easy Walk. Lo más interesante es apoyarse en profesionales acreditados para reeducar al perro con este comportamiento.

Nueva Zelanda, Austria, Suiza, la provincia canadiense de Quebec, y muchos otros países han hecho de los collares de matones herramientas ilegales.

En lo que respecta al control de aquellos elementos prohibidos a través de la ordenanza municipal, corresponde a la Guardia Urbana de la ciudad.