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¿Qué tener en cuenta si tienes que viajar en coche con tu gato?
Hay que hacerse con uno transporté homologado que permita la movilidad del animal
A los gatos no les gustan los cambios, son animales territoriales y conservadores por instinto, cualquier pequeño cambio en el ambiente los puede generar estrés y resistencia. Por eso, el hecho de viajar, por norma general no acostumbra a ser una experiencia agradable.
En general, para ellos, sería mejor quedarse en su 'territorio', en este caso el hogar donde acostumbran a vivir y que alguien que sea familiar, pudiera ir a alimentarlos, limpiar su bandeja y hacerles un poco de compañía.
Sin embargo hay veces que esta opción no es viable o bien porque son muchos días o bien porque no tenemos a nadie con la suficiente confianza para cuidar de nuestros animales.
Por eso, es importante tener en cuenta todo una serie de recomendaciones que favorecerán que esta experiencia sea menos desagradable para ellos y reducir el nivel de estrés que se puede generar.
El primer paso para rebajar el estrés del viaje para el gato es acostumbrarlo a estar dentro de su transportín: que pierda el miedo a esta caja que generalmente utilizamos para llevarlo al veterinario y que podría tener asociado a experiencias negativas.
En primer lugar, hay que destacar que es importante hacernos con uno transportín homologado que tenga unas medidas apropiadas a fin de que el gato pueda tener margen de movimiento y darse la vuelta si quiere. También permitirá que lo podemos anclar correctamente y evitar que salga volando si hay un frenazo. También que sea rígido y que se pueda ventilar de manera constante.
- Para acostumbrar en tu gato al transporté
- Mete dentro el transporté alguna mantita (ahora en verano podemos utilizar alguna toalla) que tenga su olor. También puedes meter alguno de sus juguetes favoritos. Mantén la puerta abierta a fin de que pueda entrar y salir cuando quiera. Deja el transportín en la zona de descanso y juego habitual del gatito.
- Atrae el gato al interior del transportín con un poco de su comida favorita o alguno de sus juguetes. Evitar introducirlo a la fuerza, hace falta tener paciencia y que sea él el que entre de manera activa.
- Evidentemente, lo mejor es acostumbrar al gatito desde pequeño, cuando empezamos a llevarlo al veterinario, pero si estamos delante de un gato adoptado de una cierta edad que no ha pasado antes por este proceso y tiene verdadero miedo a entrar en sutransportín, tenemos que hacer un trabajo más progresivo y lento a fin de que sea un objeto que no le genere stress.
- Existe en el mercado productos que se pueden rociar por dentro del transportín, que contienen feromonas felinas que al sentirlas les genera una sensación de calma. Las feromonas son señales de comunicación animal que pueden servir también para recordar al gato las zonas de seguridad y tranquilidad o de miedo y peligro. Por ejemplo, un gato rozando su cara en un entorno es un mensaje para indicar a los otros gatos que este es su territorio, pero también para recordárselo a él mismo y estar tranquilo.
- Feliway es una de estas marcas comerciales. Podemos rociar lo transporté unos 15 minutos antes de meter en el gato para realizar el viaje, de esta manera estará más tranquilo durante el traslado. Sigue utilizando este producto en el lugar de destinación.
Otras recomendaciones
Durante el viaje, ten a mano agua fresca por si el gato tuviera sed. Si es un viaje largo es recomendable no darle comer antes de salir para evitar mareos. Si el viaje es muy largo y quieres sacar el gato del transportín, lo puedes hacer con las puertas y ventanas del coche bien cerradas para evitar riesgo de fuga. Recuerda también llevar toda la documentación del animal como la cartilla veterinaria.