Como evitar los peligros del síndrome paracaidista en gatos

Hace unos días los Bomberos de la Generalitat rescataron un gato que había caído a la red protectora de un edificio de la calle Eivissa de Tarragona. El animal se ha precipitado desde el balcón del séptimo piso de este bloque|bloc y se pudo salvar gracias a la red del edificio colocada por unas obras.

El conocido como síndrome del gato paracaidista es muy habitual, ya que los felinos pueden perder el equilibrio al pasearse por el alféizar de la ventana o incluso puede ser que salten sin tener en cuenta la altura, distraídos con un pájaro o con algún objeto que los motive a cazar. Cuando el gato se precipita al vacío y no puede corregir en el aire su postura, la altura es demasiado alta o bien se encuentra con objetos como tendederos o salientes contra los que se golpea, puede sufrir lesiones de diversa gravedad. Los veterinarios atienden a menudo este tipo de traumatismos que pueden acabar con la vida del animal o que, implican un gran sufrimiento por las lesiones derivadas. Los traumatismos o lesiones causados por este tipo de caídas afectan principalmente la cabeza, la columna vertebral, el tórax y el abdomen.

Por este motivo es básico protegerlos con diferentes sistemas. Es recomendable mantener siempre en el gato alejado de las zonas de riesgo y bloquear el acceso a ventanas y balcones abiertos siempre que sea posible. Para épocas de calor en las que se suelen dejar las ventanas abiertas, podemos incorporar mosquiteras. También existen en el mercado diferentes sistemas de redes que ayudarán a evitar tentaciones y que nos permitirá respirar tranquilos.

Para las barandillas, podemos utilizar mallas de protección que entre los barrotes de la barandilla y evitan poner en riesgo o escapar en un exceso de curiosidad.

El grupo profesional veterinario especializado en Medicina Felina GEMFE destaca que es importante adaptar el hogar a la vida de los gatos a fin de que sea segura y estimulante «una casa adaptada al gato tiene en cuenta las necesidades de esta especie tan diferente de la nuestra» y apunta que «La mayoría de las viviendas no son necesariamente el hábitat ideal para un gato doméstico así que tendremos que adaptarlas para atender sus necesidades específicas».

Los expertos veterinarios también destacan otros riesgos a tener en cuenta y valorar de nuestro hogar durante la convivencia con esta especie como los electrodomésticos de cocina donde se pueden esconder o morder y los productos de limpieza o de jardín como desinfectantes o venenos. También pueden ingerir hilos o pequeños objetos como los ojos pequeños de los juguetes. Se trata de observar el comportamiento de nuestro animal y evaluar los riesgos más evidentes para poder protegerlos. Especialmente los gatos más activos y curiosos cuando son cachorros o gatos jóvenes que tienen una energía más elevada. También son más inexpertos a la hora de calcular distancias. Los felinos que no están esterilizados suelen ser más audaces y proclives al síndrome del gato paracaidista. Su instinto sexual los hace salir en busca de su posible hembra o macho. Generalmente los lugares escogidos para la huida son ventanas y balcones.

En cuanto a las plantas, pueden verse tentados a roerlas, por lo que tenemos que asegurarnos de que no son tóxicas para ellos o dejarlas fuera de su alcance. Otros gatos pueden sentirse atraídos por la tierra de las macetas y utilizarla como arenal.

Los gatos son muy silenciosos y otro de los riesgos más habituales es que queden atrapados en espacios impensables como armarios o muebles. Es buena idea mantener estas zonas vaciadas y los armarios cerrados, para evitar que se queden atrapados durante nuestra ausencia.