¿Puede tener mi perro depresió pot-vacacional?

Durante el verano, si podemos disfrutar de vacaciones o jornadas intensivas, tenemos más tiempo para disfrutar y salir con nuestros perros. Además, el hecho de que el día tenga más horas de luz facilita los paseos más largos y el tiempo al aire libre. Rompemos las rutinas y nos sentimos más relajados. Nuestros perros no estan al margen en todo eso dado que son animales sensibles. La vuelta a la normalidad también la notan a pesar de su capacidad de adaptación (a diferencia de los gatos que tienen una mayor resistencia a los cambios) y a veces pueden afectar a su estado de ánimo.

Este padecimiento puede manifestarse con alteraciones de conducta diversas. Algunas de ellas son claros síntomas depresivos. Es importante saber qué podemos hacer para ayudar a nuestro amigo. Algunos síntomas que podemos detectar son:

Pérdida de hábitos higiénicos

Puede ser que un perro que sabía perfectamente controlar sus necesidades, a la vuelta de vacaciones y cambio de hábitos, se lo vuelva a hacer en casa. La razón es que se han perdido algunas rutinas y el perro tiene cierta confusión. Hace falta recuperar las rutinas anteriores de manera progresiva y ser comprensivo si en algún momento tiene un fallo. Es decir, no reñir al perro e intentar sacarlo a la calle con frecuencia e ir recuperando, tan progresivamente como se pueda, los horarios habituales de paseo.

Ansiedad por separación

Después de pasar todo el día contigo y/o con la familia, puede suceder que tenga un poco de ansiedad cuando se siente solo. Eso se puede traducir en romper cosas o llantos y ladridos.El mejor consejo para evitar que tu perro desarrolle ansiedad por separación es intentar hacer un retorno a la normalidad progresiva. También le falta hacer ejercicio y relacionarse con otros individuos de su especie pero también hace falta ejercicio mental. Los expertos apuntan que los ejercicios y juegos de razonamiento mental serán una parte muy importante para mejorar su estado emocional. La ansiedad por separación se tiene que tratar a fin de que no se convierta en un problema que afecte gravemente al bienestar del perro en una espiral de ansiedad. También pasa para habituar al animal a quedarse sólo en casa de forma muy progresiva.

Actividad intensa

Es normal que un perro que ha tenido un alto nivel de actividad durante las vacaciones no sepa esté más amuermado cuando lo reducimos de manera radical. Es importante pues, dedicarle tiempo de calidad donde se relacione con otros perros y tenga que pensar. Buscar premios en un área, enseñar pautas de obediencia y actividades a que hagan pensar al perro. La obediencia hace pensar al perro, lo obliga a concentrarse (eso implicará un cansancio mental que reducirá la energía) y evitará que esté pendiente de otros estímulos.

Intenta sentírsete bien

Los perros sincronizan y empatizan con lo que oyen y por eso si nosotros nos sentimos estresados, tristes o con ansiedad también lo pueden notar y manifestarlo.

Enriquece su entorno

Compra juguetes nuevos o hazlos tú mismo de maneracasera. Los perros, de cualquier edad, siempre tendrían que tener juguetes disponibles y cosas que hacer cuando no estamos en casa. Hay juguetes diseñados para introducir comida o snacks para perros que el perro tiene que aprender a quitar. Son juguetes interactivos, la mayoría de los cuales se pueden rellenar de alimentos para mantener un buen rato ocupado al animal. Para llenarlo, puedes encontrar en el mercado todo tipo de galletas o pastas.