Como ayudar a nuestros animales de compañía a afrontar el frío?

El frío también afecta a los animales que conviven con nosotros. En realidad, dependiendo de la especie, la raza, la edad y el tipo de piel y pelaje el frío tendrá unas consecuencias sobre su cuerpo u otras.

Muchas entidades protectoras recogen mantas y materiales aislantes para ayudar los animales a los refugios. Es una buena manera de ayudar.

En los perros

Algunos perros por el tipo de piel tienen más defensas y soportan mejor las bajas temperaturas cómo son los perros nórdicos, terranovas o el pastor alemán. Otros por el contrario, son más frioleros, porque tienen el pelo más corto. Por ejemplo, galgos, sabuesos, dogos argentinos, chiguaguas, beagle, bóxer, el dobermann o el dálmata y basset hound ( o mezclas de estas razas). Si ves que tiene frío, no lo dudes, protégelo.

Algunos síntomas que pueden indicar que el animal pasa frío son temblores corporales, cansancio o movilidad lenta, respiración lenta o si tienen la nariz o la piel seca, puede estar pasando frío.

También hay que proteger las almohadillas de los perros con cremas protectoras. Es una zona que se va tirando fuerte con el tiempo y es muy resistente pero esto no quiere decir que sean piedra y no sufran lanieve, elcalorolargas caminatas, sobre todo si no están acostumbrados.

Los que viven en el exterior, ante condiciones extremas y sin instalaciones adecuadas pueden sufrir graves consecuencias. En ningún caso el animal tiene que estar todo el día en el exterior si su caseta no está preparada para protegerlo del frío y la humedad. Y tampoco es nada recomendable que esté atado a una cadena que puede quedar congelada en el suelo sin permitir la movilidad del animal.

Recordamos que según la ordenanza de Protección Animal Tarragona, los animales no pueden estar ligados más de ocho horas y tienen que tener refugio de las inclemencias (artículos 8 y 4).

Hay que asegurarse también que tenga acceso constante a agua limpia y sin congelar, tanto dentro del hogar familiar como cuando esté en el patio.

Si vive en una caseta debes asegurar que esté preparada para aislar de temperaturas extremas y de la nieve o la lluvia. Evitar filtraciones de agua y la humedad es muy importante. Hay que revisar las almohadillas del perro para descubrir si tiene alguna irritación. También es recomendable intentar que no juegue con fuentes o lagos helados porque podría cortarse con el juego.

Si es un cachorro, está enfermo o es mayor o tiene frío, éntralo a casa para evitar que lo pueda pasar mal.

En los gatos

Sí es un gato de poco pelo como el siamés o el sphynx hay que vigilar porque tienen menos defensas ante las bajas temperaturas. Sucede lo mismo si es un cachorro. Los gatos son inteligentes y muy frioleros. Ellos buscarán el lugar de la casa más caliente.

Si el gato tiene acceso en el exterior, es importante sacarle la humedad de la piel y vigilar las almohadillas de sus patas y el espacio entre dedos donde se puede congelar el agua. Si tienes cachorros en casa, evita que salgan al exterior porque su sistema inmune es mucho más vulnerable que el de los adultos.

Si el gato tiene más de siete u ocho años su sistema inmunológico puede ser un poco más débil. Si podemos evitar que salga al exterior mejor, para evitar afectaciones respiratorias, infecciones secundarias, fiebre u otras enfermedades. Igualmente, si tienes un gato sénior, el frío puede afectar en sus articulaciones si tiene problemas de artrosis o artritis.

En los conejos

Con la llegada del invierno, el conejo empieza a comer más del normal y su pelaje se vuelve más grueso. Aguantan bien el frío pero hay que protegerlos. Hay que colocar su espacio donde vive dentro de casa. Si no fuera posible, se situará en un lugar protegido del viento y elevado, evitando así el contacto con la humedad del suelo. Se aislará la caseta tanto por fuera como por dentro, asegurándose de que se deja suficiente espacio para que se renueve el aire del interior. Se les proporcionará un refugio en el interior de la conejera, utilizando paja o lecho higiénico específico para eso, que tiene que cambiarse todos los días.