Vuelve la época de la oruga processionària: un peligro para nuestro perro

Laprocesionariadel pino (Thaumetopoeapityocampa)es una oruga que hacia el final del invierno o el principio de la primavera sale de los árboles y forma una procesión serpenteante cruzando el terreno hasta encontrar un suelo blando donde enterrarse. Lasorugas procesionarias son un riesgo real por nuestros animales de compañía y también por las personas. Este insectoinstala el suyos nidos en las ramas más altas y, incluso, pueden llegar a matar el árbol. Ya podemos encontrar por zonas como la Ermita de la Salud de Tarragona, el Camp de Marte, San Pedro y Santo Pablo o zonas de montaña como Prades. A pesar de que son mucho los Ayuntamiento que empiezan a hacer el tratamiento para eliminarlas, tenemos que estar atentos.

El aumento de la temperatura global ha causado variaciones en su calendario, pudiendo encontrar las orugas en procesiones en los meses de febrero en zonas muy cálidas. Estas orugas se reconocen por su aspecto: cabeza y piel de color negro y lados de color gris. Además, en su dorso se observan pelos rojizos, denominados tricomas, que son capaces de inducir irritación de la mucosas (nariz, ojos) y si se tocan producen urticaria que puede llegar a provocar desde lesiones cutáneas hasta graves reacciones alérgicas. Ciertas condiciones climatológicas como la sequía o el invierno cálido favorecen la plaga de procesionaria.

Los perros suelen acercarse para olfatearlas e incluso lamerlas. Al entrar en contacto con las superficies más sensibles de su cuerpo, estas sustancias causan la liberación de histamina en los puntos en los cuales han penetrado los pelos. La histamina participa en la respuesta inflamatoria, por lo que si se libera en cantidades excesivas, puede llegar a tener graves consecuencias, incluso si la infección llega a la laringe puede morirse por asfixia.

La mayoría de las veces, eso significa tener que administrarle corticoides intramusculares o intravenosos para controlar la inflamación, analgésicos para el dolor, e incluso sedantes o anestésicos para evitar que el perro se lesione al rascarse, o para poder intubarlo en caso de compromiso respiratorio. Es probable que tu perro tenga que recibir medicación en casa durante unas semanas.en ocasiones, puede ser que las lesiones sean tan graves que requieran una intervención quirúrgica posterior para corregir las lesiones producidas. Muchos perros pueden llegar a perder un trozo de la lengua o el labio si no se actúa con rapidez.

Actuación rápida ante la sospecha de contacto

El diagnóstico precoz es importante para limitar las secuelas. Si hay sospecha de que nuestro perro ha sufrido contacto con este oruga, lo más recomendable es trasladar de inmediato al animal a un veterinario.

Se tiene que evitar fregar la zona lesionada en caso de que la fricción rompe los pelos insertados liberando más toxinas. Los lavados de la zona de contacto con agua caliente (no en exceso) están indicados dado que el calor desactiva la toxina.

La mejor medida de prevención es evitar el contacto del perro con la oruga procesionaria: evitar paseos por zonas de riesgo entre los meses de febrero y abril, proceder a la eliminación de nidos en los árboles de nuestro domicilio (se tienen que quemar y realizar un saneamiento de la plaga) y avisar a las autoridades pertinentes en caso de visualizar indicios de la plaga en zonas ajardinadas o bosques. Si hay constancia de esta oruga, es importante dar el aviso al ayuntamiento competente o a la policía local.